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Carles Puigdemont no ejercerá de jefe de la oposición en el Parlamento catalán. Lo ha anunciado el presidente del grupo parlamentario de Junts en la Cámara catalana, Albert Batet, que ha señalado desde Waterloo que el puesto quedará vacante «toda la legislatura». «No me veo ... en absoluto como jefe de la oposición», dijo Puigdemont en campaña.
Batet no asumirá las prerrogativas de jefe de la oposición, cargo reconocido por ley. Junts considera que de esta forma, Puigdemont cumple la promesa realizada en campaña de que si no ganaba las elecciones y no conseguía ser investido presidente de la Generalitat, no ocuparía el puesto de jefe de la oposición. Desde Junts han alimentado estas últimas semanas esta posibilidad, pues fue el presidente del Parlament, Josep Rull, quien apuntó que el expresident podría ejercer sus labores parlamentarias de forma telemática. Batet y la portavoz del grupo, Mónica Sales, no lo han descartado este jueves. Batet liderará el grupo de Junts en la Cámara catalana, pero asumirá un rol más «institucional», según ha anunciado este jueves, mientras que Sales, como portavoz, gana peso y responsabilidades en el partido.
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Puigdemont aseguró también en campaña que retornaría a Cataluña y asistiría al pleno de investidura, fuera o no el candidato a la presidencia de la Generalitat. Cumplió la promesa a medias, toda vez que regresó a Barcelona por unas horas pero no llegó a entrar en la Cámara catalana. Se quedó a unos metros, en el arco del triunfo, donde pronunció un breve discurso y luego se marchó a un piso, donde permaneció escondido hasta que volvió a huir hacia a Waterloo. También afirmó que si no era investido presidente de la Generalitat dejaría la «política activa», pero este extremo está casi descartado, pues todo apunta a que volverá a recuperar la presidencia de Junts en el congreso que el partido celebrará entre el 25 y el 27 de octubre en Calella (Barcelona).
De cara al debate de política general que se celebra la semana que viene en la Cámara catalana y que fijará el rumbo del nuevo Govern, Batet ha asegurado que el Gobierno catalán «ha empezado muy mal». Le ha afeado su falta de «respeto institucional», al haber rechazado de momento un encuentro con Carles Puigdemont, cuando ya se ha reunido con todos los expresidentes de la Generalitat. Junts sí ha tenido ese «respeto y sentido institucional», ha dicho, que se demuestra, según Batet, en la llamada que Puigdemont le hizo el 8 de agosto, el día de la investidura para felicitarle por su elección. También le ha criticado que no se haya reunido aún con el presidente del Parlament, cuando ya lo ha hecho, por ejemplo, con el presidente de la Asamblea de Extremadura. Y le ha reprochado que le haya puesto una alfombra roja al Rey, que le recibió en la Zarzuela en audiencia.
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