Puigdemont. R. C.

Puigdemont exige a Sánchez que se someta a una cuestión de confianza

El líder de Junts amenaza con romper con los socialistas

Lunes, 9 de diciembre 2024, 11:34

Carles Puigdemont mantiene el mando y quiere sacar el máximo provecho de su apoyo al Gobierno. El líder de Junts ha amenazado este lunes con hacer saltar por los aires la legislatura española, aunque mantiene la mano tendida a los socialistas.

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Ante las presiones ... que está recibiendo de un sector del independentismo para que apoye una moción de censura impulsada por el PP y Vox, el presidente de Junts ha trasladado toda la presión a Pedro Sánchez, a quien ha instado a que se someta a una cuestión de confianza en el Congreso. Cambio de tercio del líder de Junts, que con este movimiento deja en una situación muy delicada al presidente del Gobierno, sin presupuestos y asediado con varias causas judiciales: la de su mujer, la de su hermano, la del fiscal general y la de Ábalos, entre otros.

La bomba de Puigdemont estalla también en medio de las primarias de ERC. La militancia republicana votará este sábado al nuevo presidente del partido, pensando qué hará la formación si hay votación en el Congreso en la cuestión de confianza. Esquerra ha sido uno de los aliados de preferencia del PSOE estos últimos años y Junts trata de desmarcarse del bloque de la investidura, viendo que los réditos de apoyar la investidura no están siendo los esperados, especialmente en lo que hace referencia a la amnistía.

La formación nacionalista ha registrado una petición en el Parlamento español para que la Cámara debata una propuesta sobre si Sánchez debería someterse a esta cuestión de confianza. No tiene efectos legales pero sí políticos. El dirigente nacionalista ha recalcado que esta cuestión de confianza solo la puede pedir el propio presidente del Gobierno, pero la Cámara española puede celebrar un debate parlamentario para valorar si Sánchez debería contemplar esta posibilidad. Junts quiere emplear la cuestión de confianza como herramienta para revalidar o no el acuerdo que suscribió con el PSOE hace trece meses para investir a Sánchez. Y como herramienta para apurar la negociación con los socialistas, si es que aún tiene algo de recorrido.

«Las cosas no van bien. Estamos ante un punto de inflexión o dejarlo correr», ha afirmado Puigdemont desde Bruselas, donde ha reunido a la ejecutiva de su partido y ha hecho balance del año desde que Junts apoyó la investidura de Pedro Sánchez. «No ha cumplido ninguno de los acuerdos de Bruselas», ha reprochado. «No ha hecho nada para merecerse nuestra confianza. Hemos sido muy pacientes y generosos», ha avisado. «Es el Congreso el que debe decir si Sánchez debe someterse a la cuestión de confianza», ha afirmado, aun admitiendo que la prerrogativa en este aspecto recae en el presidente del Gobierno.

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Según el líder soberanista, el crédito del PSOE está en «números rojos». El punto de inflexión, según Puigdemont, sería que Sánchez accediera a la cuestión de confianza. Su posición a día de hoy sería rechazar la confianza. El líder de Junts no ha fijado plazos pero ha hablado de una tramitación de aquí a dos meses. Los postconvergentes admiten que puede que la cuestión no prospere. «Si tiene mayoría, nada que decir», ha asegurado el expresidente de la Generalitat. Si no se somete, «ya no tendrá nuestra confianza y si la pierde, él verá lo que tiene que hacer», ha advertido.

Las relaciones entre socialistas y soberanistas no están rotas. Junts aún mantiene el diálogo abierto y espera que el PSOE mueva ficha en «próximas reuniones». El expresidente de la Generalitat, que ha roto su silencio desde el pasado mes de agosto, cuando viajó a Barcelona de incógnito y tras pronunciar un discurso frente al TSJC, volvió a huir a Waterloo, ha dejado sobre la mesa el «inventario» de lo que exige al PSOE para no dar por muerta la legislatura. Esta lista de exigencias pasa por avanzar en la resolución del conflicto político. Junts reclama el reconocimiento nacional de Cataluña. Pero Puigdemont lo ve lejos, ya que el Gobierno y el PSOE hablan ya de que se ha normalizado y pacificado la situación en Cataluña. A su juicio, el Govern de Illa camina en el sentido opuesto al que reclaman, pues está a su entender desnacionalizando Cataluña.

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Junts exige además el reconocimiento del catalán en la UE y mayor implicación de Pedro Sánchez en este asunto, el traspaso integral de las competencias de inmigración a la Generalitat (hace semanas que ambas partes señalan que el acuerdo está próximo) y un pronunciamiento explícito de Pedro Sánchez criticando lo que Puigdemont ha calificado como una «amenaza a la democracia» por parte del Tribunal Supremo. Sí lo ha hecho, ha criticado, cuando los afectados por la justicia han sido miembros de su familia. «El Tribunal Supremo se ha declarado en rebeldía contra una ley aprobada por el Parlamento español, es un hecho muy grave. Pero Sánchez ha sido incapaz de hacer ni una sola declaración o comparecencia para posicionarse, cuando sí lo ha hecho cuando ha habido casos que han afectado a su familia. Silencio absoluto ante un hecho tan grave como que un Tribunal Supremo decida arbitrariamente no aplicar una ley en vigor», ha asegurado.

También ha exigido avances en el pacto fiscal, que en estos momentos cree que está más cerca de un nuevo «café para todos», y que tanto el Gobierno como el Govern publiquen las balanzas fiscales. Casi el único punto del acuerdo de Bruselas que Puigdemont ha relatado que se ha cumplido es la celebración mes a mes de la mesa de Suiza con un mediador internacional. Sabíamos, ha dicho, que Pedro Sánchez no es fe fiar, pero las desconfianzas han aumentado, ha rematado.

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Hace un año, en vísperas de la celebración de la primera reunión entre el PSOE y Junts en Ginebra, Puigdemont advirtió al líder socialista de que estaría dispuesto a llegar a un acuerdo con el PP para tirar adelante una moción de censura. Este lunes, en cambio, ha evitado referirse a la moción de censura. En Junts ya han descartado esta idea, desde la premisa de que consideran que tirar adelanta una moción de la mano del PP y Vox sería un suicidio político. Creen que supondría quedarse en la oposición en Cataluña durante muchos años. Junts aprieta al líder socialista, al que ya ha dado varios revolcones parlamentarios, como la ley de extranjería, el techo de gasto o la ley para regular los alquileres por temporada.

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