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Viernes, 10 de julio 2020, 17:18
Carles Puigdemont ha asestado un golpe casi mortal al PDeCAT. El expresidente de la Generalitat se ha hecho con la marca de JxCat, que hasta la fecha pertenecía al partido fundado por Artur Mas hace cuatro años. Pero el dirigente nacionalista, huido en Bruselas desde ... octubre de 2017, ha maniobrado para arrebatar al partido heredero de Convergència la marca electoral con la que el centro derecha independentista ha concurrido en las últimas elecciones catalanas y generales. JxCat, en un principio, era una marca registrada por el PDeCAT ante el Ministerio del Interior. Pero la OPA hostil lanzada por el expresidente se ha consumado hoy. Los trámites legales llevados a cabo por seguidores del líder nacionalista han dado sus frutos y la marca aparece ya inscrita en el registro de Interior tras presentar unas actas notariales. Un dirigente afín a Puigdemont figura ya como presidente de la formación política, según ha informado hoy Catalunya Ràdio. Hasta la fecha, en el registro aparecía una dirección técnica, sin perfil político. El PDeCAT ha anunciado de inmediato que presentará batalla legal. Está por ver cómo acaba el litigio.
Con este último movimiento, Puigdemont ya tiene vía libre para la creación del nuevo partido, que ha fijado para el próximo 25 de julio en Barcelona. Los afines del expresidente y el PDeCAT negocian aún la integración en el mismo espacio de JxCat, pero las hostilidades van a más y la ruptura se antoja cada vez más inevitable. Uno de los pesos pesados del PDeCAT, Marc Castells, ha apuntado esta mañana en el diario Ara que no se trata solo de una cuestión orgánica, sino que las diferencias son de tipo ideológico. «Puigdemont se ha escorado demasiado a la izquierda y pedimos que sea más central», ha opinado. Lo mismo ocurre con la cuestión identitaria. El eurodiputado apuesta por la vía rupturista, frente a los exconvergentes que abogan por una vía más pragmática.
Quien aún no se ha pronunciado en toda esta crisis es Artur Mas, creador del PDeCAT y la persona que designó a dedo a Puigdemont como su sucesor. El TSJC ha emitido esta mañana un auto, según el cual da por cumplida la condena de año y medio de inhabilitación impuesta a Mas por la consulta del 9-N. «Aprobamos el licenciamiento definitivo de Artur Mas y Joana Ortega respecto de las penas impuestas a cada uno de ellos de inhabilitación especial para el ejercicio de cargos públicos electivos ya sean de ámbito local, autonómico o estatal, y para el ejercicio de funciones de gobierno en el ámbito autonómico y estatal», según el auto. Los jueces dan por abonadas además las multas (36.000 euros para el expresidente), por lo que Mas ya tiene restituidos todos sus derechos y puede volver regresar a la primera línea y ser candidato en las elecciones. El exconvergente siempre ha dejado la puerta abierta a volver.
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