J.V. Muñoz-Lacuna
Toledo
Martes, 18 de febrero 2020, 13:44
Los 3.700 vecinos de Yuncler (Toledo) no pueden beber agua de sus grifos porque unos gamberros manipularon el pasado lunes el nivel de cloro de los depósitos de agua multiplicando por dos la cantidad recomendada. Para ello, tuvieron que forzar las dos puertas de ... los depósitos municipales.
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«Es frustrante lo que estamos viviendo porque el agua es un bien de necesidad diario y alterar el nivel de cloro puede tener efectos sobre la salud», indicó este martes el alcalde de este pueblo, Luis Miguel Martín, que dictó un bando recomendando no beber agua de los grifos hasta que el cloro vuelva a los parámetros normales. De su control están encargándose operarios de la empresa 'Aqualia', adjudicataria de este servicio, así como técnicos de la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha.
«El problema es que muchos bloques de viviendas cuentan con depósitos particulares de agua y hay que analizarlos uno por uno para ver que los niveles de cloro son los correctos», lamenta el alcalde de Yuncler, que se ha encontrado con otros dos problemas: ha habido que vaciar uno de los depósitos centrales echándose a perder 500 metros cúbicos de agua, y los cambios de presión han reventado varias tuberías de esta localidad situada en la comarca de La Sagra.
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