Sumar arranca una reunión al PSOE sin medidas para aplacar sus divergencias

Sumar venía reclamando desde hace semanas propuestas concretas. Que, al menos, el presidente llenara de contenido el «punto y aparte» que anunció tras su cinco días de retiro. «Sánchez ha usado una carta muy poderosa que solo se puede usar una vez. De esta se sale o con el Gobierno dando dos pasos adelante o con la mayoría democrática retrocediendo diez», advertían entonces destacadas voces del grupo parlamentario magenta. De hecho, fue la formación de Díaz –que el martes pidió al PSOE convocarla «de inmediato»– la que desveló la convocatoria de la comisión de seguimiento. Los morados habían fijado como «prioritarias» la renovación del Consejo General del Poder Judicial por la vía de la rebaja de las mayorías parlamentarias y sin contar con el PP, la derogación de la 'ley mordaza' e iniciativas sociales como la reducción de la jornada laboral.

Al final, ambas formaciones certificaron tras la cita que la coalición goza de «buena salud» e insistieron en la voluntad de impulsar el cumplimiento del acuerdo de Gobierno, repetir cada dos meses estos encuentros y avanzar en el reconocimiento del Estado palestino. Pero nada concreto respecto a las aspiraciones aireadas por Sumar previamente.

En la reunión participaron, por parte del socio minoritario de la coalición, el ministro de Cultura y portavoz de la formación, Ernest Urtasun; la directora de gabinete de la Vicepresidencia segunda, Virginia Uzal; el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey; y la secretaria de Organización de Sumar, Lara Hernández. Mientras que los socialistas estuvieron representados por la vicepresidenta primera, María Jesús Montero; el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños; el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas; y la portavoz del PSOE, Esther Peña.

La pasada legislatura, cuando Unidas Podemos era el socio minoritario del Gobierno, el órgano se reunió en varias ocasiones, siempre centrado en temas que causaban fuertes discrepancias en el Consejo de Ministros. Esta vez, la reunión venía precedida de una nueva polémica entre los socialistas y Sumar por la escala de un barco con armamento en el puerto de Cartagena.

Los de Díaz pidieron a la Fiscalía «bloquear» el navío, botado con el nombre de 'Borkum', para «investigar el material militar que va hacia Israel», algo que negaron tajantemente hasta tres ministerios controlados por el PSOE –Transportes, Defensa y Asuntos Exteriores– alegando que su carga tiene como destino la República Checa previo desembarco en Eslovenia. El departamento de José Manuel Albares ha denegado la entrada al puerto murciano de otro carguero que sí se dirigía al país hebreo. «Oriente Medio no necesita más armas, necesita más paz», justificó Albares, abriendo la puerta a más bloqueos.