PSOE y Sumar agudizan su cisma y se parten ya en el 25% de las votaciones del Congreso

Los socios, además, ahondarán su división en el Congreso a lo largo de los próximos meses, cuando la Mesa tenga que dirimir, en la segunda semana de abril, el veto de Hacienda a la proposición de ley registrada por Sumar para tratar de evitar que, por primera vez, los perceptores del nuevo Salario Mínimo Interprofesional (SMI) tributen. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, confirmó este miércoles que irá al choque contra la decisión del ministerio que dirige María Jesús Montero y, aunque para ello tenga que recurrir a los votos del PP.

La radiografía de las votaciones muestra también como estas discrepancias se extienden a otras materias como la vivienda o la fiscalidad. Un cisma sobre el que no dudan en votar junto a la oposición si hace falta. Ambos partidos han recurrido al PP en seis ocasiones a la hora de votar en contra de su socio de coalición. Entre ellas, el partido de Yolanda Díaz se ha unido a los populares en cuatro ocasiones. La primera, a la hora de respaldar una proposición de ley para conceder la nacionalidad a los saharauis nacidos cuando la excolonia era provincia española, en una votación que dejó solo a los socialistas en el 'no'. El partido magenta también coincidió con los de Alberto Núñez Feijóo en votar en contra y tumbar el segundo intento de los socialistas de sacar adelante su proyecto para reformar la ley del suelo.

El PSOE, por su parte, ha recurrido a los populares en dos ocasiones. Una para tumbar una moción registrada por Podemos para instar al Gobierno a resolver el problema de la vivienda, que Sumar apoyó; y otra para votar a favor de la iniciativa para desalojar a los okupas en 48 horas registrada por Junts y que se debatió el martes, con todos los aliados de izquierda del bloque de investidura en contra.

Esta situación se podría repetir durante la sesión de este jueves, con la PNL del PP relativa a Ucrania, que se votará por puntos con el objetivo por parte de los populares de que cada diputado «se retrate». Sumar ya anunció durante el debate que la rechazará por considerar la iniciativa «seguidismo de Estados Unidos» y animó al PSOE a hacer lo mismo. Los socialsitas, de forma crítica, se abrieron a respaldar algunos de los puntos, especialmente los que muestran apoyo a Ucrania, respaldan la permanencia de España en la OTAN y la presencia de la UE en las negociaciones de paz. Rechazarán, como avanzó el portavoz del grupo socialista en el Congreso, Patxi López, el relativo a que cualquier decisión sobre gasto militar tenga que someterse al voto Congreso.

Sumar, por su parte, negocia con el BNG algunas enmiendas para poder apoyar iniciativa presentada por los nacionalistas que supone una andanada contra el plan al que Pedro Sánchez se comprometió con la UE. La moción pretende que la Cámara se oponga a la propuesta de constituir un fondo de 800.000 millones de euros y pide renunciar a cualquier aumento del gasto militar.

Tanto Sumar como PSOE restan importancia a esta situación. En el ala socialista consideran que hay que «normalizar» que ambos socios puedan votar separados y subrayan que el debate sobre el refuerzo de la seguridad en Europa todavía se encuentra en un momento incipiente. En Ferraz consideran que ambas alas del Gobierno están de acuerdo en la posición de fondo, la defensa de Ucrania y de Europa, y creen que únicamente les separan «matices» que les pueden llevar a votar en sentidos diferente en votaciones que no abordan el fondo de esta cuestión como, a su juicio, son las iniciativas que se votan este jueves.

Pero en Sumar, la situación es más compleja. Su grupo parlamentario, a duras penas, trata de consensuar semana tras semana posturas de mínimos para evitar, a su vez, una división en el voto de los siete partidos que conforman su bancada: Izquierda Unida, los comunes, Más Madrid, Compromís, Chunta Aragonesista, Mes per Mallorca y Movimiento Sumar. Sobre el gasto militar, el consenso pasa por rechazar cualquier partida destinada a armamento o destino de tropas al extranjero; aceptando otras destinadas a ciberseguiridad o autonomía europea respecto a Estados Unidos.

Esta situación, paralelamente, está sirviendo de ariete para el PP, que dibuja a un Gobierno «dividido y sin rumbo» en cada una de sus intervenciones parlamentarias. Los populares, con su PNLde este jueves han logrado azuzar las diferencias que existen en el Consejo de Ministros.