El PSOE señala a Vox ante la Fiscalía como «nexo» de la protesta de Nochevieja en Ferraz

Los socialistas, tal y como habían anunciado varios dirigentes tras conocerse los hechos, quieren saber quién estuvo detrás de este acto, que consideran el «colofón» de una campaña «con tintes violentos» para colocar al partido «en la diana». Una protesta que comenzó en noviembre al calor del anuncio de la tramitación de la ley de amnistía para borrar las causas derivadas del 'procés' secesionista en Cataluña.

En su escrito de 59 páginas, adelantado por El País, la fuerza política señala directamente a Vox como el «nexo común» de todas las «acciones coordinadas» en los dos últimos meses y enumera una batería de posibles delitos que encajarían, según su criterio, con el apaleamiento de la piñata con la imagen del presidente del Gobierno: amenazas, injurias, delito de odio, desórdenes públicos, manifestación ilícita o injurias graves contra el jefe del Ejecutivo.

Se trata de la segunda acción penal que emprende el PSOE tras la denuncia que ya investiga la Fiscalía del Tribunal Supremo contra el presidente de Vox, Santiago Abascal, en su condición de diputado nacional y, por lo tanto, aforado. Abascal declaró en una entrevista concedida al diario Clarín en Argentina, durante su viaje a la toma de posesión del nuevo presidente Javier Milei, que «habrá un momento dado en que el pueblo querrá colgarlo de los pies», en referencia a Pedro Sánchez. «De la gravedad de la metáfora se ha pasado a la gravedad de simulación de los hechos», detallan los socialistas en su nueva denuncia ante la Fiscalía.

Además, citan a toda una serie de organizaciones y personas que han impulsado y participado en las sucesivas protestas de Ferraz, a las que vinculan con la formación ultraderechista: como las juventudes de Revuelta, Noviembre Nacional, Plataforma 711 o Asoma (esta última se identifica supuestamente con la persona que fue a declarar el miércoles ante la Policía Nacional como convocante de la concentración del 31 de diciembre: Antonio Martínez Vázquez, de 58 años, militante de Vox).

La denuncia pone también el acento en la posibilidad de que Vox esté usando estas protestas para «obtener fondos económicos» y pagar sus acciones políticas a «través de estructuras paralelas». «De manera irregular, mediante donaciones y aportaciones opacas o de personas jurídicas prohibidas», detalla el escrito firmado por Alberto Cachinero, director de la asesoría jurídica federal del PSOE.

De hecho, explica que los organizadores de la protesta de las 'Uvas en Ferraz' recaudaron dinero a través de plataformas de internet para organizar esa movilización. «La campaña, que se inició el 4 de diciembre, recaudó 20.078 euros. Las contribuciones han sido de un total de 1.054 donativos, que van desde los cinco euros hasta 1.000, entre los cuales se encuentra quien dice ser Hermann Tertsch, europarlamentario de Vox», recoge la denuncia de los socialistas.

El escrito enviado a la Fiscalía incluye reiteradas actitudes injuriosas respecto del PSOE y su secretario general, utilizando un lenguaje «absolutamente sacado de épocas pasadas»: «rojos de mierda», «feliz 1936», en palabras de Isaac Parejo, uno de los dos presentadores del acto junto a María Durán y que fue retransmitido por varios medios digitales. «Esto supone un señalamiento público de un colectivo por razones de carácter ideológico; colocando a este, al PSOE que representa y sus miembros y afiliados, en el centro de ataques fruto de ese señalamiento», remacha.

«Estos hechos es obvio que exceden de la crítica política para dar lugar a colocar al PSOE, y particularmente a Pedro Sánchez, en el objeto de la diana de una exaltación de conductas con tintes violentos, de odio, de hostilidad, y discriminación que estamos viviendo en estos momentos, que incitan a actitudes no legítimas y con ello poner en riesgo, aún abstracto, su propia seguridad e integridad personal y la de los que representan al PSOE o se identifican con la ideología socialista», abunda.

Pese a las dudas de multitud de juristas sobre la posibilidad de que el apaleamiento del muñeco de Sánchez pueda ser delito, los socialistas mantienen que las expresiones utilizadas y las acciones realizadas «suponen una agresión ilegítima al honor del PSOE y de Pedro Sánchez». «Por ello, aunque la libertad de expresión tenga un ámbito de acción muy amplio, amparando incluso la crítica más molesta, hiriente o desabrida, en su comunicación o exteriorización no es posible sobrepasar la intención crítica pretendida dándole un matiz injurioso, denigrante o desproporcionado (en este caso, absolutamente desproporcionado y violento)», concluye la denuncia.