María Jesús Montero este lunes durante una comparecencia sin periodistas en Ferraz Eugenia Morago

El Gobierno ve al líder del PP herido de muerte al margen del resultado del 18-F

«Si ha sido una voladura controlada, cómo será lo que no está bajo control», ironiza Montero tras revelar Feijóo parte de sus contactos con Junts

Lunes, 12 de febrero 2024, 13:03

El PSOE no cree que el embrollo en el que por su propio pie se metió Alberto Núñez Feijóo al desvelar parte de sus conversaciones con Junts, su posición sobre un eventual indulto condicionado a Carles Puigdemont o su criterio sobre las acusaciones ... de terrorismo a las que debe hacer frente el expresidente de la Generalitat vayan a ser flor de un día. Su intención es exprimir al máximo el asunto con la esperanza de obtener réditos ya en las elecciones a la Xunta de Galicia del próximo domingo. Pero más allá de la posibilidad de que el ruido ayude a mejorar las expectativas del bloque progresista, en el Gobierno están convencidos de que la inesperada    'confesión' del líder de la oposición tendrá consecuencias a largo plazo. «Condiciona claramente la legislatura», vaticinó incluso el ministro de la Presidencia y Justicia, Félix Bolaños.

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Los socialistas insisten en que, aunque no esté liderada por ellos sino por el BNG, la alternancia en Galicia se halla al alcance de la mano y que, de producirse, hará peligrar la continuidad de Feijóo como presidente del PP. «Esto mete a Vox en campaña y una movilización de la ultraderecha unida a una desmovilización de la gente del PP puede ser determinante», sostiene un veterano muy implicado en la contienda. Eso explica que, por segundo día consecutivo, el Ejecutivo saliera este lunes en tromba a acusar al dirigente popular de «hipocresía» y a mantener viva la llama de la polémica. «Es hora de que el señor Feijóo cuente la verdad y reconozca de qué habló con Junts. Si existe algún papel por el que el indulto sí era posible, quién acudió a las reuniones y si ha tenido conversaciones directas con Puigdemont», dijo, por ejemplo, la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, en unas declaraciones enlatadas (es decir, grabadas y remitidas a los medios) por Ferraz.

Tanto en la Moncloa como en el PSdG admiten que, seguramente, la repercusión del debate tendrá más relevancia en el ámbito nacional que en el autonómico. Es decir, que pese a todo, no es en absoluto descartable que el PP mantenga su mayoría absoluta,    «quizá –apunta un dirigente territorial– un pelín más ajustada». «No es cuestión del efecto en Galicia. El daño es de fondo –insisten, no obstante, en el círculo más cercano a Sánchez–. Esto devasta la credibilidad de Feijóo de manera    proporcional a sus burradas. Cuánto más burradas han dicho y han hecho, más dañino».

Después de meses de bombardeo constante de la oposición por las cesiones de Sánchez al independentismo, el Ejecutivo ha visto una oportunidad única de tomarse la revancha y no está dispuesto a conceder importancia a los matices que diferencian la postura del líder del PP de la    suya, por sustanciales que puedan ser. «La actitud de la oposición ha sido tan grave que, estando de acuerdo en el fondo, han optado por una estrategia irresponsable de crispación», recriminó Montero. «Tienen que pedir perdón a los socialistas, pero sobre todo a los millones de ciudadanos que de buena fe se han creído las mentiras que les decían». añadió Bolaños. «La credibilidad se pulveriza para siempre con esta gran mentira».

Los socialistas admiten su sorpresa ante el regalo inesperado de Feijóo y admiten sus dudas sobre si se trata de un desliz o un intento de adelantarse a lo que pueda revelar Junts. La número dos del partido, aun así, ironizó sobre esta última posibilidad: «Si ha sido una voladura controlada, cómo será lo que no está bajo control».

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