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El cambio de estrategia del PP al apostar por desgranar su plan social para la legislatura –una suerte de agenda legislativa paralela a la del Gobierno– ha puesto a la defensiva a un PSOE que, a falta de definir las contramedidas, describe por el momento ... estas iniciativas en materia de conciliación o vivienda como «un retroceso» que busca, como señaló este jueves su portavoz parlamentario, Patxi López, «solo el beneficio de los empresarios».
En cualquier caso, los de Alberto Núñez Feijóo registraron este lunes en el Congreso su propuesta de ley de conciliación –sobre la cual Génova presume de que es «la mejor de la historia de la democracia»– y lo hicieron, sin tener atados los apoyos parlamentarios para sacar adelante este iniciativa, como un modo de denunciar la «inacción», insisten, del Gobierno de Pedro Sánchez en esta materia.
Los populares consuman de esta forma un giro táctico con el que pretenden «plantar cara» al Ejecutivo más allá de cuestiones como la ley de amnistía o el cupo catalán pactado entre PSOE y ERC, que han monopolizado el primer año de legislatura. Miguel Tellado, portavoz parlamentario del partido, defendió esa tesis al presentar la ley junto a Ana Alós, vicesecretaria de los de Feijóo de Igualdad y Conciliación. «No es ni derechas ni de izquierdas, sino útil (...) No cogemos banderas de nadie, sino las riendas de un país que Sánchez tiene desatendido», afirmó el dirigente gallego de los conservadores.
El proyecto recoge, entre otras iniciativas, la gratuidad de la educación infantil de cero a tres años, la ampliación de los permisos de paternidad a 26 semanas o la «jornada laboral flexible» articulada a través de «un banco de horas para disfrute del tiempo en un acuerdo entre empresas y trabajadores».
Los socialistas, por su parte, desconfían de «una música» que les suena, afirman, «a retroceso». López, que cada martes comparece en la sala de ruedas de prensa del Congreso después de que lo haga el propio Tellado, aprovechó las preguntas de los medios para tildar la propuesta de los populares de «desubicadas»y de «falsas» (durante su intervención usó el término equivalente en inglés «fakes»). «PP y conciliación son dos palabras inconciliables», añadió irónicamente el exlehendakari.
Más allá de intercambio verbal, el PP ha logrado entrar de lleno en los debates internos que mantienen los distintos grupos parlamentarios.En Sumar, de hecho, creen positivo que los temas sociales vuelvan a la palestra frente a otras cuestiones como la amnistía que les han relegado a un segundo plano. Su portavoz parlamentario, Íñigo Errejón, llegó a reivindicar este «giro social» de los populares como «una victoria ideológica»para su espacio político que, como defendió, trasladó la cuestión de la conciliación o la vivienda en las anteriores legislaturas.
En Sumar defienden que la discusión política ha entrado en un terreno en el que se sienten «cómodos», como reconoce un destacado dirigente del partido. «El PP baila al ritmo de nuestra música pero todavía no se saben bien los pasos», reivindican en al formación de Yolanda Díaz.
Los populares, por su parte, desdeñan todas estas críticas y creen, en cambio, que sus propuestas pueden convencer a buena parte de la Cámara «más allá de los bloques ideológicos».
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