Las protestas vuelven a Ferraz y el Congreso en la décima jornada de movilizaciones

Fue entonces cuando comenzaron a lanzar botellas y otros objetos contundentes. La acción hizo que la Policía se colocara en primera línea aunque esta vez no hubo cargas y, por lo general, la protesta transcurrió de forma relativamente tranquila en comparación con jornadas anteriores.

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Alrededor de 1.200 personas, según fuentes de la Delegación del Gobierno, se congregaron por la noche en los alrededores del cuartel general socialista. Muchos de los participantes, en realidad, no habían abandonado el barrio madrileño de Moncloa ni tampoco los alrededores de la calle Ferraz, pues al mediodía habían participado en otra protesta convocada Vox en el mismo lugar –después de la protesta cívica del PP en la Puerta del Sol- y que llegó a congregar a cerca de 8.000 personas, entre ellas el propio Santiago Abascal.

Hasta última hora de la tarde, la concentración ante la sede federal de los socialistas transcurrió sin incidentes, pero a medida que la noche entraba se comenzaron a escuchar cánticos franquistas y algunas proclamas anticonstitucionales y xenófobas por parte de algunos grupos de radicales, esta vez más aislados. Hacia las 22:00 horas, los ultras y neonazis que el martes, jueves y sábado protagonizaron diversos incidentes, saldados con decenas de heridos y detenidos, volvieron a ponerse en la primera fila. Pese a vivirse algunos momentos tensos, finalmente la manifestación se resolvió sin altercados en torno a la medianoche.

Ampliar

Esta concentración tuvo su preámbulo en otra protesta durante la tarde ante el Congreso de los Diputados. Allí, varias decenas de personas, convocadas por la organización Junta Democrática de España, hicieron una 'acampada' simbólica –el sábado por la noche lo intentaron de forma real, pero la Policía les 'invitó' a levantar sus tiendas- y de tono claramente cívico que transcurrió sin incidente alguno.