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Las protestas contra la amnistía volvieron este miércoles por la noche a la sede nacional del PSOE en la calle Ferraz de Madrid, pero de forma mucho menos masiva y mucho más pacífica. No obstante, sí se tuvo noticia de la agresión de unos exaltados, ... al menos, a una periodista de Antena 3 a la que golpearon en la cabeza.
Por sexto día consecutivo, una muchedumbre -unas 1.500 personas según Delegación del Gobierno frente a las 7.000 del martes- se congregó este miércoles por la noche en las inmediaciones del cuartel general de los socialistas, blindado por cerca de 300 agentes de las Unidades de Intervención de la Policía (UIP, los conocidos antidisturbios), donde a partir de las 20:00 horas estaba convocada una nueva movilización.
Entre los asistentes no se apreciaron miembros de grupos violentos de extrema derecha, que sí se dejaron ver desde el primer momento el martes. Solo un reducido grupo de embozados abandonó la zona tras ser increpado por los asistentes al grito de «¡violencia no!»
Otros dos jóvenes radicales fueron apartados de la concentración por la Policía a petición de los asistentes por portar banderas preconstitucionales. Y otro más al grito de «¡fuera ultras!» y «esa bandera no nos representa». Una gran pancarta, además, dejó clara la idea de que los asistentes querían poner tierra de por medio con las imágenes de cargas, fuegos y detenidos del martes: 'No somos CDR'.
Los asistentes se esmeraron a través de megafonía en que la gente no se acercara al vallado policial y no se produjeran embestidas contra el cordón. El ambiente fue de tal tranquilidad que los antidisturbios vigilaron el perímetro de la sede sin cascos.
Los gritos de «esta amnistía la vamos a parar», «Puigdemont a prisión», «Pedro Sánchez, hijo de puta», «ese furgón, para Puigdemont», «que te vote Txapote» o «Sánchez, felón» se escucharon en la concentración en la que, a diferencia del día anterior, no hubo insultos a la Policía o lemas contra la monarquía o la Constitución.
La concentración, en la que la edad media fue muy superior a anteriores convocatorias, tuvo lugar después de dos jornadas de altercados en los alrededores de Ferraz, con incidentes especialmente violentos la noche del martes cuando cerca de 400 radicales de grupúsculos de extrema derecha y neonazis se enfrentaron a los antidisturbios provocando una verdadera batalla campal –cargas y gases lacrimógenos incluidos- que se saldó con una cuarentena de heridos, muchos de ellas policías, y siete detenidos.
La movilización de este miércoles había sido convocada, como en ocasiones anteriores, por una amalgama de colectivos y particulares a través de las redes sociales, aunque, también como viene siendo habitual, no había sido comunicada a la Delegación del Gobierno. Entre los grupúsculos ultras que llamaron a movilizarse estaban, entre otros, Bastión Frontal, Hacer Nación, Democracia Nacional o España 2000, los mismos colectivos que ya el martes estuvieron en primera línea, provocando durante horas a los antidisturbios primero con insultos y, luego, con el lanzamiento de pirotecnia y objetos contundentes. Sin embargo, los activistas de estos grupos radicales fueron expulsados de inmediato por los presentes.
Ni las cargas del lunes en Ferraz ni los altercados violentos del martes en ese mismo escenario hicieron que Vox se desligara de estas protestas no autorizadas, de las que el PP ya se desvinculó expresamente al inicio de esta semana. El partido de Santiago Abascal insistió en llamar a secundar las protestas contra la amnistía, siempre de forma pacífica, al grito de «¡Movilización permanente!» y «¡No lograrán silenciarnos!». «¡España ha reaccionado contra el golpe que pretende dar Sánchez! ¡Siempre con la España que sale a la calle a cara descubierta!», alentó Vox desde su cuenta de X. Solidaridad, el sindicato de Vox, igualmente reclamó a los suyos la «movilización constante».
En idéntica línea, a pesar de los últimos incidentes, se movió Revuelta, el colectivo juvenil cercano a la formación de Abascal y que estuvo detrás de la movilización de las primeras protestas. «¡España ha reaccionado contra el golpe que pretende dar Sánchez! ¡Siempre con la España que sale a la calle a cara descubierta! ¡Movilización permanente! ¡No lograrán silenciarnos!», arengó en sus redes sociales Revuelta.
La manifestación de Madrid fue la más numerosa de las protestas de este miércoles contra el pacto que el PSOE quiere alcanzar con los independentistas catalanes para una ley de amnistía a cambio de sus votos para la investidura de Pedro Sánchez, pero no fue la única.
Hubo protestas en Santander, donde 4.000 personas se manifestaron tanto en la sede del PSOE como ante la Delegación del Gobierno y donde aparecieron algunas bengalas y encapuchados; en Zaragoza, mucho menos numerosa; o en Bélgica, frente al hotel Sofitel en Bruselas, lugar donde se aloja Santos Cerdán, número tres del PSOE y que pilota las negociaciones del PSOE con Carles Puigdemont.
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