Procesan a 17 personas por el recibimiento a un preso etarra hace dos años

De entre los 17 acusados al menos ocho contarían con condenas relacionadas con delitos de terrorismo. Por ejemplo, Ziortza Fernández fue condenada a 11 años de prisión por colaboración terrorista, mientras que Aitor Artetxe fue castigado a tres años por pertenencia a banda criminal. Zunbeltz Larrea, por su parte, cuenta con sentencias que le condenan por tenencia de explosivos y colaboración con banda terrorista.

En su resolución, el magistrado asegura que los investigados «realizaron actos de ensalzamiento del terrorismo de ETA y de sus miembros de una manera pública y organizada» en la provincia de Vizcaya, «con la finalidad de mantener viva la idea de que los métodos violentos de dicha organización siguen siendo válidos para lograr sus objetivos y que en un futuro deberán retomarse dichos métodos al no existir otro medio para conseguir tales objetivos».

Desde varios días antes de la salida de Aginaga, relata el juez Moreno, en las cuentas de Twitter de los movimientos «antirrepresivos» Jardun y Tinko se informaba de la convocatoria de un acto de homenaje en favor del recluso. «Estos tres movimientos de la izquierda abertzale se han desmarcado de la línea seguida por el partido político Sortu y el colectivo de presos EPPK (siglas en euskera de Colectivo de Presos Políticos Vascos). En concreto, Jardun es un proyecto político que pretende agrupar a los militantes de organizaciones que luchan por una Euskal Herria socialista vasca; y Tinko es una organización surgida a mediados del 2021 que tiene como objetivo la amnistía total de todos los 'represaliados políticos' y que integra a antiguos militantes del Movimiento Pro-Amnistía y Contra la Represión», explica el juez.

El auto de procesamiento relata que el día anterior a la puesta en libertad de Aginaga se habían colocado en diversos puntos de Vizcaya pancartas y pasquines anunciando el 'ongi etorri'. Además, se reservó el frontón de Berango para celebrar una sesión de versos y una comida. A las 12.20 horas del 13 de marzo de 2022, explica el juez, cerca de 150 personas que se congregaron en las inmediaciones. A su llegada, recibieron octavillas en las que se podía leer: «¡No seas perro! Y el móvil en el bolsillo. ¡Viendo la realidad diaria y para no ayudar a los txakurras (perros) Apaga el móvil. ¡No grabes! ¡No saques fotos! ¡Y si le ves al de al lado, dilo! Recibe y pasa«.

Aginaga fue recibido en el frontón a través de un «pasillo de honor» formado por los distintos investigados. «En ese momento los asistentes empezaron a aplaudir, ondear las banderas y corear consignas en apoyo de los presos de ETA y al homenajeado», explica el magistrado. Algunas de ellas hacían alusión a que la lucha «es el único camino» o pedían la amnistía total a los presos.

Después de que todos los asistentes llegasen al lugar, los organizadores cerraron el acceso y taparon las ventanas para impedir la visibilidad de la celebración del acto. Dentro, los presentes realizaron una serie de discursos con alusiones a la banda, la lucha y la confrontación con el Estado.

«Este pueblo sabe mucho de lucha y que muchas han sido muy duras tanto que compañeros han quedado en el camino. No hay que tener ningún tipo de dudas de que de la misma manera que generaciones anteriores la tuvieron y lucharon, la generación presente también la tiene y las futuras también la tendrán y acudirán a ese lugar de lucha y dignidad», espetó Aginaga que, según el juez, «dio recuerdos a otros etarras en prisión». El delito de enaltecimiento del terrorismo está penado con entre uno y tres años de cárcel.