Primo de Rivera, fundador de Falange, será exhumado el lunes del Valle de los Caídos

El fundador de Falange fue fusilado en 1936 en Alicante tras ser condenado a muerte por un tribunal republicano apenas iniciada la Guerra Civil. Tras la victoria del bando nacional, Francisco Franco ordenó su exhumación y traslado al Valle de los Caídos en 1950 donde el mismo dictador sería enterrado después al otro lado del altar de la basílica en 1975. Junto a ellos, fueron exhumadas y después enterradas en el mausoleo franquista 30.000 víctimas de la Guerra Civil, miles de ellas sin el consentimiento de sus familares.

Antes que Primo de Rivera ya fueron exhumados los restos de Francisco Franco y del general golpista Gonzalo Queipo de Llano. Según las sucesivas leyes aprobadas por los gobierno socialistas de José Luis Rodríguez Zapatero y Pedro Sánchez, «los restos mortales de dirigentes del golpe militar de 1936 no podrán ser ni permanecer inhumados en un lugar preeminente de acceso público, distinto a un cementerio, que pueda favorecer la realización de actos públicos de exaltación, enaltecimiento o conmemoración de las violaciones de derechos humanos cometidas durante la Guerra Civil o la Dictadura».

José Antonio Primo de Rivera no llegó a participar en la Guerra Civil al ser ejecutado en 1936 a sus 33 años. La ley de Memoria Democrática, por tanto, le permite yacer como una víctima más en el recinto del Valle de los Caídos, eso sí, fuera del lugar preeminente que su tumba ocupa dentro de la basílica del mausoleo franquista. Sus descendientes han optado por la exhumación y enterrar de nuevo sus restos en un cementerio católico.