Santos Cerdán y Carles Puigdemont cerraron la negociación de la investidura y han vuelto a citarse. Efe

La primera reunión con el verificador en Ginebra pone a prueba el pacto de Sánchez con Junts

El partido de Puigdemont afronta tensiones internas cuando se acerca el plazo, este jueves, para dar por celebrada la cita mensual comprometida

Cristian Reino

Barcelona

Martes, 28 de noviembre 2023, 19:18

No se sabe si se ha celebrado ya, si se ha aplazado o si tendrá lugar esta semana. Todo lo que rodea a la primera reunión entre el PSOE y Junts para empezar a abrir una negociación sobre el tema catalán es una incógnita. La ... condición de partida, que fuera secreta, la están cumpliendo; la segunda, que se celebrara antes de que acabara este noviembre, está por ver. El encuentro debe servir para calendarizar futuras citas, que serán mensuales. El primer asalto tendrá lugar en Ginebra, para que pueda participar el aún prófugo de la justicia Carles Puigdemont, y contará con el concurso del verificador internacional, aunque Junts ha desvelado ya que este mediador intervino en las conversaciones para la investidura.

Publicidad

La figura del intermediario «puede ayudar» porque el PSOE y Junts parten de «posiciones muy alejadas» y con «mucha desconfianza», justificó Pedro Sánchez en una charla con los periodistas que cubrieron su viaje a Oriente Próximo. La confianza, precisamente, es lo que está en juego en esta cita. Si la reunión no se consuma finalmente en noviembre, para Junts ya supondría empezar con mal pie y con un incumplimiento por parte de los socialistas. Aunque este martes evitó cualquier amenaza, mientras el Gobierno mantuvo silencio. No quiso desvelar la identidad del mediador –protegida por el mutismo, en medio de duras críticas de la oposición– y delegó las explicaciones en los dos partidos implicados.

El verificador, según ha trascendido, sería siempre el mismo, aunque pertenece a una organización internacional de las que interviene en procesos de paz o en la resolución de conflictos armados. «Si hay reunión, se comunicará», se limitan a señalar fuentes socialistas. «La máxima que seguimos es discreción cuando se habla y transparencia en los acuerdos». El entorno de Puigdemont insiste a preguntas de este periódico en que la cita tiene que ser discreta y secreta. «Hemos dicho que se hará antes de que acabe el mes. Sabemos lo que hemos acordado y trabajaremos para hacerlo efectivo», afirmó el lunes Laura Borràs, ante la posibilidad de que la reunión se celebre el 3 de diciembre por problemas de agenda del PSOE. «Saben que necesitarán los votos de Junts. Estoy segura de que harán todo lo posible para que no descarrilen los votos», advirtió.

El Govern, mientras, pide una reunión entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès, aunque ya asume que los socialistas se citarán antes con Junts. La negociación con los socialistas, como ya ocurrió para la investidura, ha provocado un nuevo enfrentamiento entre los independentistas. El PSOE acordó tres mesas de diálogo en paralelo: con Junts, con ERC y con el Govern. El presidente de la Generalitat ha llamado a los junteros a unificar todos esos foros en uno, el del Gobierno catalán. Pero Junts se niega. Puigdemont tuvo la llave de la investidura y quiere seguir llevando la batuta.

En el primer encuentro, el expresident quiere poner sobre la mesa el referéndum y la cesión del 100% de los tributos a Cataluña. En vísperas de la reunión, Junts insistió este martes en que no ha renunciado a la vía unilateral. Eso sí, admitió que la aparcará mientras la negociación con los socialistas esté viva, reconoció Toni Comín.

Publicidad

La mecha, el aborto en Andorra

Junts se ha mantenido cohesionada durante las conversaciones para la investidura. Pero las costuras están a punto de estallar. Con su silencio, el sector afín a Borràs ha acatado de facto el pacto para la reelección de Sánchez,    a pesar de que era público y notorio que estaba en contra. La tensión ha reventado ahora con la dirigente más próxima a la presidenta de Junts, Aurora Madaula, que ostenta la vicepresidencia del partido.

Madaula apoyó la semana pasada una resolución parlamentaria a favor del aborto en Andorra, donde está prohibido, sin el visto bueno de su formación, que la desautorizó. La víspera del 25-N, día internacional contra las agresiones a las mujeres, denunció en el Parlament las «violencias silenciosas» de «compañeros» de partido. Toda una declaración de guerra contra la dirección de Junts, con este asunto como gota que ha colmado el vaso pero con el enfrentamiento entre los dos sectores al fondo. Los unilateralistas rechazan la vía pragmática y amenazan con una escisión.

Publicidad

Hay dirigentes que piden la cabeza de Madaula, cuyo caso se ha elevado a la comisión de garantías. Querían debatir su cese en el consejo nacional de este sábado. Pero el cónclave se ha aplazado. Como aún no se habría celebrado la reunión con el PSOE en Ginebra, la dirección considera que no tiene novedades que trasladar a sus mandos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta 136 Aniversario!

Publicidad