La presidenta del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Isabel Perelló, ha hecho este jueves una contundente defensa de la independencia judicial y se ha mostrado crítica contra quienes «hacen reproches» personales o atribuyen «intenciones ocultas a los jueces que toman decisiones ... que son inconvenientes para ciertos intereses». Estos reproches «infundados», ha asegurado Perelló, «no son aceptables» y están «fuera de lugar». «Solamente conducen a socavar la confianza de los ciudadanos en las instituciones. Y sin confianza en las instituciones no puede haber convivencia pacífica y democrática», ha asegurado en el acto de entrega de los despachos a los nueves jueces de la 73ª promoción. Perelló ha pedido a los actores sociales« que respeten »los tiempos y las razones de los jueces cuando actúan en el ejercicio de la función que tienen constitucionalmente encomendada«. Un tirón de orejas al Gobierno a cuenta de la reforma legal que ha propuesto para limitar la acusación popular, que algunos han interpretado como un intento de que decaiga la causa contra Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno.
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La presidente del Supremo ha leído también la cartilla al Gobierno por la reforma de la carrera judicial. Perelló. «El sistema de acceso es democrático, en tanto que garantiza que cualquier persona, de cualquier procedencia y origen social y sea cual sea su ideología puede competir en igualdad de condiciones», ha advertido.
La presidenta del Supremo y del CGPJ ha pronunciado un discurso en Barcelona, dos días después de que el Gobierno aprobara em Consejo de Ministros una reforma de la carrera judicial y en plena pugna entre la cúpula judicial y el Ejecutivo central, que ha criticado y hasta insinuado con que algunos jueces practican 'lawfare' tras las imputaciones de la mujer del presidente del Gobierno por parte del juez Juan Carlos Peinado o la investigación por parte del Tribunal Supremo de la causa contra el fiscal general, llamado a declarar como imputado el próximo 29 de enero.
El Rey ha presidido el acto, al que ha acudido también el presidente de la Generalitat. Han estado presentes también el ministro de la Presidencia y de Justicia, Félix Bolaños, y el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz. Hacía una década que un presidente catalán no acudía a la ceremonia de entrega de despachos a jueces, un acto que se celebra en Barcelona, que es donde está la escuela judicial. Felipe VI ha reclamado a los nuevos jueces que actúen desde la más «estricta independencia» y teniendo como «única guía la ley». «Tendréis que guardar las normas de conducta ejemplar que caracterizan al poder judicial y desenvolveros siempre bajo unas estrictas exigencias éticas», ha señalado el jefe del Estado. «Las normas de funcionamiento nunca se deben quebrar, si queremos seguir viviendo en un sistema sereno y equilibrado de poderes que emanan del pueblo, de la soberanía popular y que quedó consagrado en la Constitución, auténtica clave de estabilidad», según ha asegurado Felipe VI. «La legitimidad de las instituciones se nutre de la confianza de la ciudadanía. Y mantener esa confianza exige un leal compromiso por parte de todos», ha rematado. El Rey ha recordado la tragedia de la Dana en Valencia y ha recordado también al expresidente del Tribunal Constitucional, Francisco Tomás y Valiente, asesinado por ETA hace 29 años. «Las instituciones ganan o pierden prestigio por lo que hacen, pero también por lo que por ellas se hace», ha aseverado el monarca.
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