El PP exprime su mayoría absoluta en el Senado para acorralar a Sánchez

A modo de ejemplo, durante las elecciones generales de 2004 y 2008 en las que se impuso el PSOE liderado por José Luis Rodríguez Zapatero en número de votos, el PP se erigió en la Cámara alta como fuerza mayoritaria. No obstante, los populares nunca dispusieron de tanto poder a través del Senado para hacer oposición como a día de hoy.

El control de la Mesa, el órgano encargado de marcar la agenda del día a día y cuya presidencia desempeña Pedro Rollán, ha permitido desde hace un año a los de Alberto Núñez Feijóo aprovechar su mayoría como un ariete contra las puertas de la Moncloa. Al frente de la maquinaria del PP se encuentra Alicia García, portavoz del grupo popular, persona de confianza de Feijóo y figura emergente dentro del partido. La acompañan en la labor dirigentes de la vieja guardia de José María Aznar como el exministro y ex secretario general de la formación Javier Arenas.

A lo largo del último año García y su equipo han regado de minas el camino de cada una de las propuestas del Gobierno de coalición que han llegado al Congreso. No consiguieron parar la ley de amnistía a los acusados por el 'procés' dado que el Congreso tiene la potestad de levantar por mayoría absoluta los vetos del Senado, pero sí retrasaron su tramitación en un acto que desde el Gobierno se calificó de «filibusterismo» parlamentario.

La principal baza del PP para erosionar a Sánchez a través de su mayoría en el Senado es la comisión de investigación creada para indagar sobre la 'trama Koldo' y las investigaciones judiciales que pesan por presunta corrupción sobre la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, y su hermano, David Sánchez. Los populares ya han incluido al líder socialista en la lista de comparecientes para «que dé explicaciones a todos los españoles», si bien aún no han fijado la fecha. Antes de lo que haga Sánchez ya han dado testimonio ante el Senado la presidenta del Congreso, Francina Armengol; el exministro y ex número tres del PSOE José Luis Ábalos o Koldo García, el asesor de Ábalos al que las investigaciones acusan de liderar una red que se lucró a costa de vender mascarillas defectuosas durante la pandemia a comunidades autónomas gobernadas por el PSOE. «Sánchez va a dar explicaciones sí o sí», zanjan desde las filas populares.

Otra comisión del Senado aprobada implica a José Félix Tezanos, máximo responsable del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) desde que el líder del PSOE llegó a la Moncloa en junio de 2018 y en la picota desde entonces ante los sucesivos fallos en las encuestas electorales del organismo público.

Las peticiones de comparecencias son otra de las cartas que ha jugado el Senado para controlar al Gobierno. Este mes de agosto la Cámara alta ha mantenido su actividad para que primero el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, explicase la posición sobre la crisis política en Venezuela tras las elecciones del 28 de julio y en los próximos días deberá hacer lo propio el titular de Transporte, Óscar Puente, ante los problemas y retrasos en el tránsito ferroviario y los supuestos casos de corrupción que afectarían a su ministerio.

El Gobierno no se ha quedado de brazos cruzados ante las maniobras del PP en el Senado. Más aún cuando desde que en 2012 el Gobierno de Mariano Rajoy aprobase el poder de veto de la Cámara alta del techo de gasto, paso imprescindible para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado.

El Congreso aprobó en junio la Ley Orgánica de Representación Paritaria y Presencia Equilibrada de Mujeres y Hombres. Esta norma, una transposición de una directiva de la Unión Europea que obliga a España a legislar en esta materia, incluyó una enmienda que nada tiene que ver con la ley para eliminar el veto del Senado al techo de gasto y neutralizar la mayoría absoluta de los populares en cuanto a la tramitación de los Presupuestos se refiere, que llevan ya un año prorrogados y presentan serias dudas de ser aprobados para 2025.