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PSOEy Unidas Podemos bajaron este martes un nivel el ruido provocado por las diferencias a la hora de reformar la ley del 'solo sí es sí'. Al menos de cara público. Una vez fijadas las posiciones tras dos meses de negociaciones en absoluto secretismo, las ... dos alas del Gobierno siguen enfrascadas en divergencias en torno a la cuestión del consentimiento. El «corazón de la ley» como lo denomina Podemos y, posteriormente, han acuñado en Ferraz para tratar de convencer a su socio. Mientras la formación que dirige Ione Belarra mantiene que la propuesta socialista «supone un regreso a la legislación anterior», estos lo niegan. Y hasta aquí llegan los avances por ahora.
La Ministra de Igualdad, Irene Montero, que atraviesa su momento más delicado de la legislatura, confesó este martes en el Senado, donde acudía para respaldar a Pedro Sánchez en su comparecencia, estar «cediendo por encima» de sus «posibilidades». Pero Podemos mantiene un cierre de filas en torno su número tres, continúa focalizando el problema en la «mala aplicación de algunos jueces»y se aferra a que la ley esta «bien hecha».
Si se han prestado a reformarla, aseguró este martes el portavoz parlamentario de la formación morada, Pablo Echenique, «no es porque fuera necesario un cambio, sino para proteger al Gobierno de coalición». El problema es que la línea roja que marcan los morados, que no se vuelva a «distinguir entre agresiones con o sin intimidación o violencia», como entienden que propone el Ministerio de Justicia en su propuesta de elevar penas que contengan estos elementos, colisiona con la urgencia de los socialistas por dar carpetazo a esta cuestión con o sin sus compañeros en el Consejo de Ministros. El portavoz parlamentario del PSOE,Patxi López, fue este martes tajante en este sentido:«Solo cambiando la ley se acaba con el problema».
Entre los aliados del llamado bloque de investidura, donde ya se empezó a agitar hace unas semanas la idea de retocar la norma, incluso antes de que se desvelara la orden de Sánchez a los ministerios de Igualdad y Justicia, crece ahora la idea de la «necesidad» de salvaguardar el consentimiento como eje central de la misma. Un planteamiento en la línea del de Podemos. Más País o Compromís exhibieron este martes su predisposición a reformar la ley, aunque el portavoz de los primeros, Íñigo Errejón, señaló que no son favorables a abrir «el marco del punitivismo», mientras que los segundos supeditan su apoyo a «no tocar» esta cuestión.
ERC y EH Bildu, otros de los socios partidarios de un cambio que paliara el goteo de rebajas de penas a delincuentes sexuales, empiezan también a colmulgar con los postulados de Igualdad en cuanto a la vía a seguir. Una situación que complicaría, aún más, la salida parlamentaria si el PSOEdecide encarar la modificación en solitario.
Más crítico, el portavoz parlamentario del PNV, Aitor Esteban, afeó al Gobierno su forma de gestionar la negociación de la reforma del 'solo sí es sí, y reprochó a PSOE y Podemos el hecho de que estén «ventilando» sus discrepancias en los medios.
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