La renovación del Poder Judicial vuelve a encallar y lleva a aplazar la cita con Reynders

Anoche, la confusión sobre quién ha forzado el aplazamiento seguía rodeándolo, horas después de que fuera el principal partido de la oposición el que la dio públicamente por pospuesta 'sine die' «por motivos de agenda». «No sabemos nada más», se limitó a constatar el portavoz de los populares, Borja Sémper, a la espera de que se ponga una nueva fecha para el encuentro que iba a tener lugar esta vez en Madrid, en plena Semana Santa, a diferencia de los anteriores que tuvieron Bruselas y Estrasburgo como escenario.

El dirigente conservador incidió en que, cuando se celebre, la voluntad de su formación es la de intentar cerrar el pacto pendiente desde hace un lustro. «Vamos a insistir hasta el final en llegar a un acuerdo porque consideramos que la institucionalidad y la separación de poderes dependen de que seamos capaces de seguir profundizando en la independencia judicial», aseveró durante su comparecencia posterior a la reunión del comité de dirección del PP. Pero todo apunta, en medio del mutismo del Gobierno, a que la negociación entre los dos grandes partidos del país ha vuelto a embarrancar.

Los populares mantienen su disposición a renovar la composición del Consejo conforme a la ley vigente, pero mediante un pacto conjunto que incluya ya la futura reforma en el modelo de elección de los vocales. Hasta ahora el Gobierno se ha cerrado a este punto, al considerar que la mediación europea se debe limitar a la elección de los nuevos miembros. Pero los conservadores quieren ir más allá y forzar a los socialistas a asumir todo el bloque para hacer políticamente más aceptable un acuerdo con un Ejecutivo con el que están rotos todos los puentes. «Estamos a disposición de lo que diga Reynders», insistían ayer desde el Gobierno de Pedro Sánchez.

Para hacer campaña para el Consejo de Europa, una institución que no pertenece a la Unión Europea, el comisario deberá abandonar su puesto a finales de este mes, y, aunque en el PP sugieren que la mediación podría continuar con otro facilitador, en el Ejecutivo comunitario quieren que la operación se restrinja al político belga. «Tengo la costumbre de terminar lo que empiezo», confirmó Reynders tras el último encuentro en Estrasburgo hace dos semanas.

El comisario de Justicia se mostró entonces «optimista» porque «cuando se organizan tres o cuatro reuniones a lo largo de dos meses, es porque hay ganas de avanzar». La renovación del CGPJ es una prioridad para la Comisión, que la ha incluido en todos los informes sobre la situación del Estado de derecho en España en los últimos años, solicitando una renovación urgente y que se proceda inmediatamente después a la reforma del método de elección de los miembros del órgano de gobierno de los jueces para acercarlo así a los «estándares europeos».