Los partidos españoles, entre la complicidad y el desapego ante la radicalidad de Milei al frente de Argentina

Finalmente junto al Rey y representando a España no estuvo, como suele ser habitual en estas ceremonias, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, que este lunes presidirá en Bruselas el último consejo europeo del ramo bajo la Presidencia española por turno de la UE, sino Juan Fernández Trigo, secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo. Además de con Milei, Felipe VI se reunió en la víspera en la Casa Rosada con el presidente saliente, Alberto Fernández, quien planea mudarse a España en los próximos meses.

El que sí se vanaglorió de su relación con el nuevo mandatario argentino fue el presidente de Vox, Santiago Abascal, único líder de un partido español presente en la ceremonia junto a una nutrida representación de su formación: el eurodiputado Herman Tersch; el diputado y vicesecretario de Comunicación, Manuel Mariscal Zabala; Jorge Martín Frías, director de la Fundación Disenso; y Eduardo Cader, director de Foro Madrid.

En su estancia en Buenos Aires Abascal quiso exhibir músculo junto a los líderes de la derecha radical que gobiernan en Argentina y Hungría. Con ambos se reunió el sábado. «Hermanados de manera irrevocable en la batalla cultural y política por la libertad y contra la ruina izquierdista», tuiteó Abascal en una imagen junto a Milei.

Tras su cara a cara con el político español, Orban resumió el encuentro como «una gran conversación» para preparar las elecciones europeas del próximo junio. «Los vientos de cambio son fuertes en Europa», enfatizó el mandatario húngaro.

El refrendo de la extrema derecha a Milei –también acudió el expresidente brasileño Jair Bolsonaro– fue criticada desde las filas de Más Madrid por Íñigo Errejón. «Argentina es este fin de semana una cumbre de reaccionarios y mayordomos de las oligarquías que van a aplaudir la investidura de Milei. Aplauden también los recortes, el ajuste y el sufrimiento popular que vendrá. Pero ese lo verán ya desde sus casas», afirmó.

El PP envió una delegación desigual a la toma de posesión, con la asistencia de Esperanza Aguirre, hoy fuera de la primera línea política, y Cayetana Álvarez de Toledo. Esta última, recién nombrada coportavoz en el Congreso de los populares y con orígenes argentinos, compartió a lo largo del fin de semana varias fotografías con el expresidente argentino Mauricio Macri y con Patricia Bullrich –la candidata de Juntos por el Cambio que pugnó el voto de la derecha tradicional a Milei en la primera vuelta–, ministra de Seguridad del nuevo Ejecutivo. «Argentina ha vuelto a ser sinónimo de esperanzas. Ahora toca viajar de las palabras a los hechos», declaró Álvarez de Toledo.

Si bien las relaciones del Gobierno español con el argentino no pasan por su mejor momento por las visiones políticas contrapuestas de Sánchez y Milei, lo cierto es que es de interés para ambos Ejecutivos acercar posturas que favorezcan el acuerdo de libre comercio entre la UE y Mercosur, aún por cerrar. Rematarlo es «un objetivo prioritario para la presidencia española», expuso en octubre el entonces ministro español de Comercio en funciones, Héctor Gómez, pero a estas alturas de diciembre no tiene visos de rubricarse antes de 2024