Polémica por un gag machista y pedófilo sobre Letizia y Leonor en TV3

A la versión que emitió el domingo la cadena la faltó un gag. Lo han difundido este lunes los dos responsables del mismo, acusando a la cadena de pública de censura. En el sketch, uno de los humoristas pregunta al otro, que le gustaría hacer si fuera rico. «Me haría gracia que me la chupase Leticia Ortiz», responde. El gag continúa. «Es poco de rico, es poco de rico... Si me hubieras dicho la hija. La hija es excesivo. Si me hubieras dicho hacerte una raya de coca en el culo de...».

«No es fácil hacer este tuit porque probablemente nos jugamos trabajo y futuros proyectos, pero como creador del formato y del guion de este momento concreto, quiero compartirlo para evidenciar que tenemos un problema de libertad de expresión», ha afirmado Jutglar, alias 'Peyu'. No es la primera vez que estos dos humoristas se ven envueltos en la polémica. El insulto «puta España» es habitual en el programa y en una ocasión soltaron que preferían un esvástica que una bandera española. Domínguez tuvo una causa penal en la Audiencia Nacional por un delito contra la Corona por aparecer en un programa disparando a una foto del Rey, si bien fue archivada.

El director de TV3, Vicent Sanchis, cree que los chistes sobre la reina y su hija pueden considerarse «machistas y hasta pedófilos», en el caso de las dos hijas del Rey, que son menores de edad. Sanchis ha dejado en el aire la continuidad del programa. «La tercera temporada estaba aprobada, pero ahora veremos qué pasa, lo que ha hecho 'Peyu' es muy grave». «Una televisión pública debe elegir qué contenidos emite», ha señalado en Catalunya Ràdio. «En la escena no se habla de monarquía, se habla de una mujer y de su hija menor edad. Una televisión pública no puede cruzar esta línea», ha rematado. 'Peyu' ha replicado: «Se puede discutir si es machista o no; la gracia del formato irreverente es generar controversia», ha afirmado.

La consejera de Igualdad y Feminismos de la Generalitat, Tània Verge, ha cuestionado que en el siglo XXI pueda presentarse un gag como trasngresor e irreverente «recurriendo al machismo de toda la vida».