Podemos desmiente a Rufián: «Es falso que le ofreciésemos la cabeza de Borrell»

La dirección de la formación morada ha acogido las declaraciones del polémico diputado secesionista con una mezcla de sorpresa y enojo. En cualquier caso, el desmentido ha sido rotundo. Lo lanzó el diputado y secretario de Comunicación de Podemos, Juanma del Olmo, a través de Twitter: «Para llamar la atención en política algunos comienzan a utilizar el género de ciencia ficción».

Iglesias, como ha hecho con otros ministros, ha pedido la dimisión de Borrell, pero en ningún momento la ha puesto como requisito indispensable para mantener su apoyo al Gobierno de Pedro Sánchez. El líder de Podemos solicitó la renuncia del jefe de la diplomacia después de que fuera sancionado por vender un paquete de acciones por valor de 9.000 euros de Abengoa –empresa de cuyo consejo formaba parte– justo antes de que la compañía entrase en preconcurso de acreedores. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) le culpó de uso de información privilegiada, pese a que el ministro se quedó con su propio paquete de acciones por el que, sostiene, sufrió una pérdidas muy elevadas. Iglesias valoró entonces que el Gobierno no se podía permitir un ministro sancionado por la CNMV. «Respeto a Borrell por su inteligencia y su altura política y creo que dimitirá sin necesidad de que se lo exijamos. Hoy tiene la oportunidad de dar ejemplo», dijo el líder de Podemos.

El ministro de Exteriores opinó sobre las declaraciones del diputado desde la India, a donde ha acudido para para participar el foro político 'Dialogue Raisina' y estrechar lazos con las autoridades de Nueva Delhi con el fin de abrir un mercado de 1.400 millones de personas a las empresas españolas. «Esto es la infrapolítica no merece ninguna atención», apuntó

Borrell, reconocido antiindepentista, ha protagonizado sonoros encontronazos con los diputados de ERC y PDeCAT desde que el pasado junio asumió su cartera, además de plantar cara a nivel internacional al mensaje secesionista que cuestiona la justicia y la democracia españolas. Es por esto que su salida del Ejecutivo socialista supondría un gran triunfo para el soberanismo más radical. Sus choques de trenes con Rufián también han sido una constante en los últimos meses. El pasado noviembre un debate entre el ministro y el diputado secesionista acabó con éste último expulsado del hemiciclo del Congreso.

Esta nueva polémica entre Podemos y Rufián se suma una lista de desencuentros cada vez más extensa. Iglesias y los suyos mantienen una excelente comunicación con Esquerra y la mayoría de sus dirigentes, pero no con su diputado más díscolo. «El estilo político rufianista no es la táctica más sensata» señaló el pasado noviembre el secretario general podemista ante la plano mayor de su partido. «Sospecho –añadió– que esto lo piensan muchos independentistas aunque mantengan prietas las filas».

Rufián tampoco se ha quedado atrás en sus críticas a los morados. El diputado ha preguntado a Podemos si apoyaría los Presupuestos «con Iglesias e Irene Montero en la cárcel» o ha acusado al líder morado el pasado diciembre de «mentir a sabiendas» y asegurado que a partir de entonces habría un antes y un después en su relación.