'Manual de resistencia', el libro de Pedro Sánchez, ajusta cuentas

«Enseguida vi que iba a encontrarme con una resistencia interna. Me encontré frente a la desagradable sensación de estar siendo juzgado antes de tiempo (...) Aquella fue la época de 'Pedro el guapo', cuyo mensaje implícito decía: como es guapo, es frívolo (...) Desde el principio tuve esa incómoda sensación de intruso. Mi victoria en las primarias de 2014 se produjo con el apoyo de la federación andaluza, y percibí que algunos me respaldaban sólo para ganar tiempo hasta que Susana ocupara mi lugar».

«Nuestra relación resultó fluida y buena desde el primer momento. Enseguida lo vi como un hombre muy pragmático (...) Creo que Rivera ha duda en algún momento entre dos opciones: crear algo así como un 'PP limpio' o crear un partido liberal (...) Hoy su fórmula es la primera, pero en aquel momento no se había derechizado».

«Cuando llegó aquel fatídico 1 de octubre, la decisión de que yo saliera de la dirección del partido estaba tomada, lo que consiguieron en un tumultuoso Comité Federal. Todo fue terriblemente duro, traumático. Viví algunas deslealtades minuto a minuto. Me permitió saber a quién podía considerar amigo y a quién no».