El pacto PSOE-ERC pone en riesgo al Govern catalán

JxCat, bajo la dirección de Carles Puigdemont y Quim Torra, han tratado de torpedear el pacto entre socialistas y republicanos por el riesgo a quedar en un segundo plano, tanto en Madrid como en Cataluña, si el entendimiento entre PSC, Comunes y ERC pudiera tener su traslado en la Cámara catalana. Los postconvergentes han avisado a sus socios de ERC en el Govern catalán que su alianza con el PSOE, de confirmarse tras el consejo nacional del jueves y la posterior votación en la investidura, como todo indica que ocurrirá, puede tener «consecuencias» en el Govern catalán. «Veremos las consecuencias cuando sepamos el alcance del acuerdo», ha afirmado la portavoz de JxCat en el Congreso, Laura Borràs.

La jefa de filas nacionalista en el Parlamento español ha comparecido esta mañana junto a la plan mayor de JxCat para escenificar el rechazo absoluto de los postconvergentes a facilitar la gobernabilidad en España. Ya lo avanzó ayer Quim Torra en el discurso que pronunció de fin de año en TV-3 cuando advirtió de que el único acuerdo posible debería reconocer el derecho de autodeterminación, extremo no contemplado en el acuerdo entre republicanos y socialistas. Sí plantea el pacto, según el documento que aún no se ha dado a conocer públicamente, que el acuerdo al que se pudiera llegar en la hipotética mesa de negociación entre los dos gobiernos debería ser sometido a consulta entre los catalanes.

En cualquier caso, esa hipotética mesa de negociación no está muy claro cuál sería su composición, toda vez que Borràs ha señalado esta mañana que su partido «no se siente vinculado» con el acuerdo entre PSOE y ERC para abrir una mesa de negociación entre gobiernos. «Este supuesto acuerdo que no conocemos no compromete a la mitad del Govern», avisado. «Hemos conocido este acuerdo que se nos anuncia cuando ya está cerrado, quizás lo hemos conocido incluso más tarde que los dos grupos que están en la oposición al Govern de Cataluña», ha dicho en relación a PSC y Comumes. «No me parece ni una muestra de lealtad ni de respeto hacia el Govern ni hacia el presidente de la Generalitat«, ha rematado.

Las aguas bajan más revueltas que nunca en el independentismo. Sobre la mesa está decidir cuál es la salida si la Junta Electoral decide este viernes hacer efectiva la pena de inhabilitación que pesa sobre Quim Torra. JxCat lleva días amagando con una crisis de gobierno para nombrar a un nuevo vicepresidente y evitar de esta forma que Pere Aragonès asuma la presidencia interina, según establece la ley catalana de la Presidencia de la Generalitat en caso de inhabilitación del jefe del Ejecutivo. Pero fuentes de ERC ya han apuntado, en privado, que el nombramiento de un vicepresidente de JxCat, para cortar el paso a Aragonès, sería toda una declaración de guerra que haría saltar por los aires el Govern. Fuentes republicanas creen que Torra debería convocar elecciones de forma inmediata.

La ANC se ha sumado este mediodía al «no» rotundo de JxCat y la CUP al pacto suscrito entre el PSOE y Esquerra para facilitar la investidura de Pedro Sánchez. La presidenta de la entidad soberanista, Elisenda Paluzie, que arrastra muy malas relaciones con la cúpula de ERC desde hace meses, ha llamado a las bases republicanas, que el jueves 2 de enero tienen en sus manos la decisión del partido sobre la investidura de Pedro Sánchez, a que no permitan la abstención de los trece diputados de Esquerra en el Congreso. «Hacemos una apelación a las bases a que reflexionen y tomen una decisión valiente», ha señalado Paluzie.

Valiente, porque de tumbar la investidura, las bases republicanas estarían tomando una decisión en contra de la dirección del partido, que ayer, en una reunión extraordinaria decidió que «vale la pena» intentar el diálogo con el Gobierno central, al que está dispuesto a dar una «oportunidad».«Queremos aprovechar esta oportunidad. Vale la pena intentarlo», afirmó la portavoz de Esquerra y secretaria general adjunta, Marta Vilalta. Paluzie, en cambio, cree que no se dan las condiciones para que ERC facilite un gobierno socialista, pues ni se ha comprometido con la autodeterminación, ni con la nulidad del juicio, ni se están cumpliendo las resoluciones internacionales sobre los presos. La ANC rechaza el pacto entre socialistas y republicanos porque supone, a su juicio, la ruptura de la unidad del independentismo. Y en consecuencia, rompe, según la Asamblea, el ciclo histórico que se puso en marcha hace siete años con el 'procés'.

Existe el riesgo, según Paluzie, de que el pacto entre republicanos y socialistas ponga en marcha una especie de «segunda transición», tutelada desde los aparatos judiciales del Estado y dejando de lado la autodeterminación, según ha expresado esta mañana en rueda de prensa. Paluzie cree que es peligroso que se esté trasladando al exterior la imagen de que la cuestión catalana se está empezando a encauzar, cuando desde su punto de vista no tiene solución si no se aborda la autodeterminación. «¿Cómo podemos decir que se están vulnerando derechos y al mismo tiempo facilitar el Gobierno a quienes nos los vulneran?», se ha dirigido Paluzie a los líderes de ERC.