Una ovación de 237 segundos para la futura reina

Ha sido tras los ¡vivas! lanzados por Francina Armengol, presidenta de la Cámara baja, emulando las palabras que en su día pronunció Gregorio Peces-Barba (viva la Constitución, viva España, viva el Rey), cuando los diputados y senadores, también miembros del Gobierno, puestos en pie, iniciaron una ovación luego interrumpida, a instancia de don Felipe, que pidió a Armengol que diera por concluida la sesión. Durante 237 segundos, casi cuatro minutos, las palmas sonaron con fuerza; un momento histórico que estuvo aderezado de vítores hacia el Rey y la princesa de Asturias. Ellos, junto a la reina Letizia y la infanta Sofía, agradecían con una sonrisa y llevándose la mano al corazón el reconocimiento del hemiciclo.

El histórico acto de este martes, que solo tiene un precedente, la jura del entonces príncipe Felipe hace casi cuatro décadas, siguió el guión de aquel momento, con una España bien distinta, como se encargó de recordar la presidenta de la Cámara baja en su discurso.

El 30 de enero de 1986, en la sesión conjunta de Congreso y Senado, también el protagonista recibió una cerrada ovación. Pero aquella se quedó en 49 segundos, muy lejos de los 237 en los que los aplausos a Leonor detuvieron el cronómetro. El día que Felipe VI fue proclamado rey de España, por ejemplo, la ovación duró 24 segundos.