El ex número dos del Ministerio del Interior en el Gobierno del Partido Popular, Francisco Martínez, influyó en la comisión de secretos oficiales del Congreso celebrada el 25 de febrero de 2019 por temor a que el ministro socialista Fernando Grande-Marlaska, que compareció ese ... día para detallar el gasto de fondos reservados de su departamento, «esparciera la mierda de 'Kitchen'».
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Martínez, que se enfrenta ahora a 15 años de prisión por el espionaje ilegal al extesorero del PP Luis Bárcenas, conocido como 'operación Kitchen', pieza separada del 'caso Villarejo', era entonces diputado nacional y todavía no había sido imputado en este procedimiento (el juez instructor de la Audiencia Nacional lo hizo en enero de 2020), aunque la investigación ya había saltado a los medios de comunicación.
Sin embargo, desde junio de 2018 el que fuera secretario de Estado de Seguridad empezó a mostrar su preocupación a que el nuevo equipo de Interior del Gobierno socialista revisase el uso de fondos reservados durante su etapa y encontrase algún indicio de los pagos de la 'trama Kitchen', como luego confirmó la investigación judicial.
Días antes de que Marlaska compareciera en esta comisión de la Cámara baja, cuya sesión tiene carácter reservado y está regulada por la Ley de Secretos Oficiales, Martínez preparó la intervención de su compañera Dolors Montserrat, entonces portavoz del Grupo Parlamentario Popular y hoy eurodiputada. Para ello, contó con la ayuda del coronel de la Guardia Civil Manuel Sánchez Corbí, exjefe de la UCO cesado por Interior en agosto de 2018 por pérdida de confianza. El motivo fue que el oficial difundió un correo electrónico en el que denunció que el ministerio había paralizado la entrega de fondos reservados y que esto provocaba la suspensión de las investigaciones en marcha.
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Según se desprende del cruce de mensajes de Whatsapp que mantuvieron en esas fechas Martínez y Sánchez Corbí, contenidos en el sumario de 'Kitchen', el ex secretario de Estado admitió a su interlocutor el 18 de febrero de 2019 que Marlaska quería revisar estos gastos. «Desde el principio estaba obsesionado con hacer ruido con los FR (fondos reservados) y no tiene ni puta idea», dijo. A lo que Sánchez Corbí, cuyo cese fue validado en septiembre pasado por el Tribunal Supremo, le respondió que le ayudaría con la intervención de Montserrat en la comisión: «En estos días te preparo dos ideas fuerza con sus errores flagrantes».
Martínez le recordó al coronel que la sesión era «secreta». «No hay medios ni diarios de sesiones», aunque le avisó de que podía haber filtraciones. «Lo que no puede parecer es que Marlaska nos cuenta su versión y aquí nadie le replica», reiteró el también diputado del PP en otro mensaje del 20 de febrero de 2019. Tras ello, Sánchez Corbí le mandó un largo argumentario sobre su cese y el presunto «ensañamiento personal» del ministro socialista contra él. «Está muy bien. Creo que es más que suficiente», le agradeció Martínez. «Ya me dirás qué te cuenta (Dolors Montserrat) de cómo ha ido», replicó el coronel.
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La conversación por mensajería instantánea prosiguió el mismo día de la comparecencia de Marlaska en el Congreso. «¿Algún 'feedback' de la comparecencia?», preguntó Sánchez Corbí. «Todavía no. Lleva tres horas. Además del asunto tuyo tenía también el tema Kitchen (…) Me preocupa más que quiera esparcir mierda» con esto, respondió Martínez.
Un día después de concluir la comisión de secretos oficiales, el ex número dos de Interior bajo la etapa de Jorge Fernández Díaz -procesado también en 'Kitchen' y al que le piden igualmente 15 años de prisión- le contó novedades a Sánchez Corbí pese a exponer a su compañera Montserrat a una posible revelación de secretos: «Todavía no me dan información concreta, pero me dicen que todo fue bien. Hoy sabré más y te cuento», le escribió. «Gracias. Me hace falta esta información concreta para seguir atento al personaje», le agradeció el exjefe de la UCO en su particular batalla judicial con Marlaska tras su mediático cese.
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Tras ello, Martínez le recordó a su interlocutor que «nunca un equipo de Interior se había dedicado a buscar la mierda de los anteriores». A lo que Sánchez Corbí respondió: «No dudes que cuando se acerquen más las elecciones (de diciembre de 2019) os atacarán con la Kitchen para influir en el voto». Una mención que el entonces diputado del PP -le dejaron fuera de las listas para esos comicios- asumió como cierta. «Lo imagino, aunque no tiene papeles simplemente porque no hay. Pero tiene ya a su policía política», aseguró. «Claro, claro», admitió Sánchez Corbí. «Sería interesante saber si (Marlaska) habla alguna vez con Villarejo o con 'el Gordo' (el comisario Enrique García Castaño, también procesado en el espionaje a Bárcenas), cosa que no me extrañaría nada», añadió Martínez. «No tengo información, pero preguntaré», le prometió Sánchez Corbí.
La investigación judicial de 'Kitchen', que estaba bajo secreto en el momento de esta conversación conocida ahora, finalmente pudo verificar que se gastaron al menos 53.000 euros de los fondos reservados para captar y pagar al chófer de Bárcenas, el también acusado Sergio Ríos, en pleno escándalo de la 'caja B' del PP en 2013, según los documentos hallados en el registro de la casa de Villarejo y luego confirmó al juzgado el departamento de Marlaska.
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