Nicolás Redondo desdice al PSOE porque no pudo alegar a su expulsión

En declaraciones a Antena 3, el que fuera secretario general de los socialistas vascos entre 1997 y 2002 ha explicado que no ha recibido ninguna comunicación oficial de la dirección del PSOE ratificando su expulsión. «Estoy en una situación indefinida», ha descrito Redondo, quien también ha detallado que no le habían informado de manera formal de la apertura previa de un expediente.

En este sentido, el dirigente político ha explicado que para estos casos la comisión de ética del PSOE abre un expediente y el afectado tiene derecho a unas alegaciones. Posteriormente, apuntó, se evalúan y se resuelven por este órgano interno.

«A mí no me han comunicado ni el expediente, ni he podido hacer alegaciones, ni tampoco he recibido la resolución. Pero bueno, eso es un poco barro político, que a mí no me importa mucho. Yo voy a seguir defendiendo lo que he defendido», ha replicado Nicolás Redondo. En este sentido ha puntualizado que no iniciará «una campaña iracunda contra nadie» del PSOE tras el anuncio de la expulsión ni tampoco tiene claro si podrá recurrir. «Sé lo que es el PSOE y sé quién lo dirige ahora, punto final. Hay una diferencia«, ha subrayado en referencia a su líder actual, Pedro Sánchez.

No obstante, sí ha apuntado que continuará defendiendo que el PSOE y PP se pongan de acuerdo, atendiendo a los resultados electorales del 23 de julio. Esto es, según ha subrayado, «lo razonable, lo lógico y lo que sucedería en Europa». En la misma línea, ha criticado que los socialistas negocien con Junts, «un partido dirigido por una persona que se ha fugado de la Justicia, que no se ha sometido a los tribunales españoles y que hace unos años hizo un pronunciamiento canónico» en Cataluña, en referencia a la declaración unilateral de independencia de octubre de 2017.

Asimismo, Redondo ha afeado a la dirección del PSOE que utilice «grandes palabras y muy vacías» para justificar la aprobación de una ley de amnistía que favorezca a los encausados por el 'procés'. «Si se hace será una amnistía por siete votos para conseguir el Gobierno, ni más ni menos. No hay generosidad, no hay grandeza. Hay simplemente un mercadeo», ha remarcado.

Por esos mismos motivos ha lamentado que pueda compararse esta amnistía a los independentistas catalanes con la que se aprobó en la Transición que, según ha explicado, «fue un abrazo entre los españoles», entre «los que estuvieron en la cárcel y en el exilio». «Los que habían colaborado con el régimen franquista se abrazaron para mirar el futuro. Esto no tiene nada que ver, esto es un mercadeo que a mí no me gusta y lo diré, porque antes que ser afiliado soy ciudadano», ha afirmado.