Murcia y Ceuta, los flecos por cerrar en la hoja de ruta hacia la investidura

Tras la fallida investidura de Fernando López Miras en julio, el próximo 7 de septiembre es la fecha límite para que PPy Vox alcancen un acuerdo antes de que se disuelva la Asamblea regional de Murcia y se convoquen nuevos comicios. Sería una situación inédita, ya que, de no llegar a un pacto, esta será la primera comunidad en la que se repiten unas elecciones autonómicas.

La propuesta del partido de Santiago Abascal de ofrecer su apoyo sin condiciones a nivel nacional a Alberto Núñez Feijóo para respaldar «una mayoría constitucional» no ha contribuido a acercar posturas en esta comunidad.

La crisis interna en el partido derivada de la renuncia de su hasta ahora portavoz en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, y de quien iba a ocupar su escaño, Juan Luis Steegmann, ha reforzado la posición de López Miras, quien necesita al menos la abstención de Vox para superar la investidura, aunque sea en segunda votación.

El candidato a renovar la presidencia ha recibido el «respaldo» de Génova en la estrategia de no querer meter a Vox en el Gobierno y emplazó el jueves a José Ángel Antelo, presidente de la formación de derecha radical, a sentarse para desbloquear la situación política «sin amenazas y sin chantajes y, sobre todo, con propuestas asumibles», en declaraciones recogidas por Europa Press.

El otro territorio en discordia es Ceuta, donde el fallido gobierno de coalición entre PPy PSOE ha abierto una nueva guerra entre los dos principales partidos.

Como ciudad autónoma, sus elecciones se rigen por la misma legislación que los ayuntamientos, lo que supone, en la práctica, que sin mayoría absoluta se convierte en alcalde-presidente la fuerza más votada, aunque gobernando en minoría. El 17 de junio fue investido el popular Juan Vivas como cabeza de la lista más votada en mayo. Una circunstancia que ya se dio en 2019 –con la abstención del PSOE– y volvió a repetirse en julio –de nuevo con la abstención socialista y, esta vez, de los apoyos de Vox–.

Vivas, que ha vetado explícitamente a Vox por sus planteamientos sobre la población musulmana o la migración, aseguró que mantenía conversaciones para un «gran pacto» de gobierno con el PSOE y el partido localista Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía con el fin de conseguir la estabilidad necesaria. Pero este presumible acuerdo ha quedado en agua de borrajas después de que el PSOE rompiese los contactos para gobernar en coalición la ciudad.

Desde Ferraz insisten en que es imposible cualquier acercamiento al PP mientras Feijóo siga «instalado en la mentira y el insulto». En Génova, no obstante, están convencidos de que el boicot a las negociaciones es solo parte de la estrategia del PSOE de tratar de aislar por cualquier medio a Feijóo, aunque ello suponga poner en riesgo un acuerdo en una materia de Estado como es la gobernabilidad en un territorio tan sensible.

El presidente de Vox en Ceuta, Juan Sergio Redondo, tendió la semana pasada la mano al PP para que el Ejecutivo local en minoría «no dependa de los cachorros de Sánchez y de una suerte de islamistas radicales blanqueados bajo la etiqueta de localismo progresista». Eso sí, siempre y cuando Vivas no forme parte de la ecuación.

Al margen de Murcia y Ceuta, en la última semana se han despejado las incógnitas en Aragón, donde el popular Jorge Azcón fue investido el jueves con el apoyo de Vox y el PAR, y Navarra, donde se espera que lo haga este martes María Chivite tras garantizarse la abstención de EH Bildu. La líder socialista no saldrá elegida en primera votación este lunes por mayoría absoluta, por lo que tendrá que esperar al martes para ser investida por mayoría simple.

Desde las filas de UPN y PP no han faltado las críticas a este acuerdo, lamentado que el Gobierno navarro esté «en manos de Bildu», en línea con el discurso de la legislatura anterior. En Navarra, la socialista María Chivite no será investida hoy pero sí lo logrará en el pleno del martes, en el que basta una mayoría simple