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Nuevo episodio de tensión en un espacio público frente a un político por parte de algunos ciudadanos que han arremetido contra Juan Carlos Monedero mientras se encontraba en un bar de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), este mismo sábado. Varias personas han increpado al ... líder de Podemos y le han lanzado algunos insultos como «¡Maricón de mierda!» desde la calle a través de una de las ventanas del establecimiento.
Así lo ha relatado el propio Monedero a través de un mensaje en su cuenta de Twitter donde ha colgado el video de lo sucedido, un altercado que el político ha relacionado con «unos energúmenos que decían ser de Vox». «Pretendieron volver a decir quién es y quién no es español. Sin éxito», ha relatado en un mensaje en la red social. «Están sembrando odio en nuestro país», afirma Monedero.
En Sanlucar de Barrameda, unos energúmenos que decían ser de @vox_es, pretendieron volver a decir quién es y quién no es español. Sin éxito. Los insultos repiten lo que escuchan en sus medios: paguita, maricón, rojo de mierda, tu puta madre. Están sembrando odio en nuestro país. pic.twitter.com/6nX0m0Pkt8
Juan Carlos Monedero (@MonederoJC) July 25, 2020
En el vídeo, de unos 15 segundos de duración, se puede ver y escuchar a varios ciudadanos lanzar gritos como «¡Vete con la paguita, cabrón!» o «¡Vete a tu puta cloaca, maricón de mierda!», mientras otro grupo cercano jaleaba frases como «¡Jarabe democrático, jarabe democrático!».
Tras conocer los hechos, el vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha expresado su respaldo a Monedero. En un mensaje publicado en las redes sociales, Iglesias atribuye a «ultras» este incidente, afirma que «la violencia y el odio no nos van a intimidar. Seguiremos trabajando para hacer un país mejor» y concluye: «Fuerza Juan Carlos. Frente a la violencia y a la homofobia de los ultras, más democracia».
Los hechos se producen apenas un día después de que la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, fuera también increpada por una veintena de personas del sector taurino a las puertas del Ayuntamiento de Toledo, donde la ministra fue recibida con pitos y con gritos de «dimisión».
A la llegada de Díaz, megáfono en mano, estos trabajadores taurinos recordaron aspectos como que su sector «es cultura», que han trabajado «toda la vida» y cotizado a la Seguridad Social y que ahora se sienten «tirados» por el Gobierno de España.
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