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Con la publicación en el BOE este sábado de la declaración patrimonial de más de 1.000 altos cargos de la Administración (entre ellos 32 ministros y dos presidente de Gobierno) ha salido a relucir la gran brecha entre los bienes inmuebles, depósitos en cuentas ... corrientes o deudas que existe entre todos ellos. Por ejemplo Pedro Argüelles Salaverría, que fue secretario de Estado Defensa entre 2012 y 2016, durante la presidencia de Mariano Rajoy, ha declarado poseer activos por valor de 49.738.118,74 euros, una cifra que le sitúa cómo el más rico de todos -pese a que cuenta con un pasivo de 20 millones de euros-.
En este peculiar 'ranking' de millonarios del BOE le sigue Gonzalo Ortíz Díez-Tortosa, actual embajador de España en Corea del Sur. El diplomático madrileño, nacido en 1948, no cuenta con deudas, posee bienes inmuebles por valor de 523.138,17 euros y, además, 24,9 millones de euros en depósitos, seguros de vida y otros conceptos similares.
En el otro lado de la balanza se encuentran Julia Chica Linares y Héctor Saz Rodríguez, presidenta y expresidente del Consejo de la Juventud de España respectivamente. Ambos declaran tener 600 euros en el banco, ningún piso en propiedad ni hipotecas ni deudas.
Otros casos, aunque no tan extremos, también llaman la atención. Como el de la expresidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes, que dimitió el pasado 28 de abril y tan solo ha declarado depósitos y ahorros por valor de 26.392,05 euros, una cantidad que la sitúa muy por debajo de la media patrimonial de los altos cargos. En alguna ocasión ha reconocido que vive de alquiler y no tiene deudas pendientes.
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