La 'mili' todavía es un deber constitucional

El temor a tocar lo que tanto costó pactar ha conducido al inmovilismo, pero el articulado contiene enunciados que aconsejan la reforma porque la España de 1978 poco se parece a la de 2018.

Hay consenso en que la primacía del varón sobre la mujer para la sucesión de la Corona es un anacronismo. El socialista José Luis Rodríguez Zapatero planteó en 2005 la supresión para que el sexo de las personas no fuera un criterio sucesorio, pero se topó con la negativa del PP a abrir el portillo por miedo a que por ahí se colaran pretensiones antimonárquicas de más calado y porque ese cambio hubiera requerido un referéndum previa disolución de las Cortes. Por tanto, si se diera el caso de que los Reyes tuvieran un tercer hijo y fuera varón desplazaría a la princesa de Asturias en la línea de sucesión.

Pero hay otras disposiciones menos relevantes, pero que requerirían su supresión o adecuación. El servicio militar obligatorio figura en el artículo 30 aunque fue un deber abolido hace 17 años. También recoge la vigencia de la pena de muerte «para tiempos de guerra», una pena suprimida en 1995 en la justicia militar. La Constitución también emplea un lenguaje hoy incorrecto para las personas con alguna minusvalía a las que denomina «disminuidos».

En el terreno institucional y de los símbolos vendría bien una revisión dado que ni se citan los nombres de las comunidades autónomas, y tampoco el de la Unión Europea, a la que solo se alude con la reforma del artículo 135 pactada por PSOE y PP en 2011 para establecer el principio de estabilidad presupuestaria. Es incorrecta, por otra parte, la descripción de la bandera porque detalla los colores, pero no incluye el escudo.

Se podrá decir que son detalles menores, pero también reflejan, al margen de las consideraciones políticas, que la Constitución requiere una puesta al día.