Era noviembre. La investidura del líder del PSOE, Pedro Sánchez, en el Congreso de los Diputados. Éste se refirió, subido a la tribuna, al hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. La regidora madrileña, que se encontraba sentada en el ... palco de la Cámara Baja, reaccionó llamándole «hijo de puta». Han pasado seis meses de aquella polémica, en la que ella defendió que la expresión utilizada era «me gusta la fruta». Este suceso era el inicio de una legislatura llena de malentendidos entre unas formaciones y otras. Este martes, el PP ha denunciado un ataque, en la que la líder de Sumar y vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha sido la protagonista. Las cámaras y micrófonos han captado cómo esta decía: «a la mierda» y «se pueden ir a la mierda todos» refiriéndose al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo.
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Ante estas declaraciones, que se han colado a través de un micro abierto, el coordinador general del Partido Popular, Elías Bendodo ha criticado las palabras de Díaz. «Lo ha dicho la vicepresidenta del Gobierno esta mañana mientras el líder de la oposición contestaba al presidente del Gobierno», ha declarado. «Qué nivel, qué vergüenza, qué bochorno», ha continuado diciendo.
Además, Bendodo ha pedido el cese de la líder de Sumar. «En un gobierno serio, una vicepresidenta, por menos, dimitiría señora Díaz» han sido las palabras que han seguido a los descalificativos lanzados contra el «se pueden ir a la mierda todos» de Yolanda Díaz.
Esta polémica se ha desatado durante la sesión de control al Gobierno que se celebra este miércoles, 29 de mayo, en la Cámara Baja y donde Feijóo ha acusado a Sánchez de conocer la condición de «investigada» de su mujer por los presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios. También ha asegurado que el presidente del Gobierno omitió esta información cuando escribió y publicó la carta a la ciudadanía en la que anunciaba un parón en sus funciones para reflexionar sobre su posible dimisión. «Usted lo sabía y lo tapó», ha denunciado el líder de la oposición.
La respuesta de Sánchez a tales acusaciones ha sido: «Éste es un Gobierno libre y ustedes son esclavos de sus pactos con la ultraderecha. Ni mil paladas de fango van a tapar los gobiernos de la vergüenza que tienen ustedes con Vox y que pretenden exportar a Europa». Justo después de estas declaraciones, las palabras de la vicepresidenta del Gobierno, con una sonrisa pintando su cara, se han colado en los micrófonos del Congreso.
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No es la única polémica que ha protagonizado el líder de la oposición en el Congreso. Y es que hace tan solo una semana acusó a Sánchez de pedir a la presidena de la Cámara, Francina Armengol, que le mandase callar- a Núñez Feijóo. «No le mande usted a la presidenta que me haga callar», dijo con tono serio durante una de sus intervenciones y mientras que el presidente del Congreso se mostraba molesto en su escaño.
Y es que en las imágenes captadas por las cámaras del pleno se puede ver cómo Sánchez dirige la mirada a la presidenta del Congreso y le dice: «Que vaya acabando ya».
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