Meritxell Batet rechaza repetir como candidata a la Presidencia del Congreso

Batet, cabeza de lista del PSC por Barcelona en las pasadas generales, fue elegida por Pedro Sánchez para dirigir el Ministerio de Política Territorial en el gobierno socialista nacido tras la moción de censura a Mariano Rajoy. Tras la convocatoria electoral después de que ERC tumbara los Presupuestos, fue elegida presidenta del Congreso, cargo que revalidó tras la repetición de las generales.

Cuatro años después abandona el bastón de mando del Congreso, pero, de darse un nuevo Gobierno socialista, nadie duda de que Batet figurará en todas las quinielas para ocupar un puesto de relevancia. La avalan la lealtad que siempre ha mostrado hacia Sánchez -Batet fue uno de los diputados que votó en contra de Mariano Rajoy en la investidura de 2016 del 'no es no'- y sus magníficos resultados al frente del PSC el 23-J evitaron una mayoría absoluta de PP y Vox.

La aún presidenta de la Cámara baja renuncia a repetir en el cargo tras una legislatura muy dura que no ha impedido que su desempeño institucional y personal haya sido alabado por sus adversarios políticos. El último en hacerlo fue ayer Iván Espinosa de los Monteros. El ya exportavoz de Vox se detuvo en sus palabras de despedida de la política para resaltar su relación «cordial y correcta» con la presidenta. «Espero que decir esto no la perjudique», afirmó a renglón seguido Espinosa de los Monteros.

A lo largo de su mandato, Batet se ha enfrentado a situaciones extremadamente complicadas, incluidos recursos al Constitucional contra sus decisiones como la retirada del escaño al diputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez o el error del popular Alberto Casero en la votación de la reforma laboral.

Los socialistas no renuncian a presentar otro candidato. Ello a pesar de las voces dentro de sus aliados en la izquierda que apuestan por un presidente que no pertenezca al PSOE o al PP. El 'fuego amigo' contra Batet lo abrieron a través de las redes sociales Pablo Iglesias y Pablo Echenique. Según el exportavoz de Podemos, presentar de nuevo a la dirigente socialista hubiera supuesto «una temeridad». Enrique Santiago, diputado de Sumar y secretario general del PCE, recogió el guante y afirmó ayer que buscar un nuevo presidente fuera del PSOE es una propuesta a tener en cuenta y que se debe debatir «de forma colectiva».

El 17 de agosto es la primera de las fechas claves de la nueva legislatura y supondrá una prueba de fuego para la mayoría que trata de articular Pedro Sánchez. La votación, de carácter secreta, se abre con la elección de todos los candidatos que presenten los grupos. En caso de que ninguno alcance la mayoría absoluta, se procederá a una segunda votación a la que solo concurrirán los dos aspirantes más votados.

De momento, solo Esquerra ha deslizado alguna pista sobre las negociaciones y la versión de los republicanos apunta a que el PSOE está dispuesto a facilitar la elección de un miembro en la Mesa del Congreso del PNV o del independentismo, aunque en ningún caso para la Presidencia.