El PP no prevé tomar medidas contra su exsecretaria general por las conversaciones mantenidas con el excomisario José Villarejo hace nueve años. «No hay delito» y además «no ha mentido», han dicho en la dirección nacional del partido aunque han evitado comentar la ética ... y la estética de las reuniones mantenidas el 21 de julio de 2009 en la séptima planta de la sede de la calle Génova de Madrid.
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Los populares admiten que son unos comentarios «morbosos» y no descartan que puedan aparecer nuevas grabaciones que coloquen en peor situación aún a Dolores de Cospedal. Pero, por ahora, el PP ni va a pedir que abandone el escaño ni le va a abrir ningún expediente.
Su sucesor, Teodoro García-Egea, ha señalado que la gran diferencia con el caso de la ministra de Justicia es que «Dolores Delgado ha mentido claramente, y Cospedal, no». El secretario general del PP ha explicado que ha hablado dos veces con su antecesora, pero no ha dicho si Cospedal ha reconocido que encargaron «trabajos puntuales» al excomisario relacionados con la investigación judicial del 'caso Gürtel'.
La exsecretaria general, entretanto, calla y hoy no ha querido hacer comentario alguno a su llegada al Congreso ni durante toda la mañana.
En el Gobierno socialista coexisten dos posiciones, la de aprovechar el momento para poner en difícil posición al PP y la de no dar crédito a las grabaciones de Villarejo, aunque esta segunda tesis es minoritaria y solo la ha defendido la ministra de Defensa, Margarita Robles.
Hasta Pedro Sánchez se ha subido al carro de los ataques y ha reprochado al líder del PP, Pablo Casado, que tenga hipotecas contraídas con Cospedal que le impiden tomar medidas regeneradoras. «¿Qué favores debe usted a algún diputado o diputada para no luchar contra la corrupción y abrir de una vez por todas la regeneración en el PP?«, ha preguntado el presidente al líder de la oposición en el Congreso durante la sesión de control al Gobierno.
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Para los socialistas, lo de la ministra de Justicia fueron «chascarrillos», pero las reuniones de la entonces secretaria general del PP con el excomisario fueron «obstrucción a la justicia» porque Villarejo se ofreció a dificultar la investigación sobre los cargos del partido implicados en el 'caso Gürtel'.
La ministra de Defensa, en cambio, no ha concedido «ninguna credibilidad» a las grabaciones de Villarejo difundidas estos días. El excomisario, ha dicho Robles, es «alguien que proviene de lo peor de las cloacas».
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