Secciones
Servicios
Destacamos
Macarena Tejada y José Domínguez
Martes, 23 de abril 2024, 08:37
Álex García fue sometido a una intervención quirúrgica de urgencia en Cruces poco después de aterrizar en Loiu el Airbus militar medicalizado que le trasladó el domingo desde Bangkok, donde estaba ingresado por una pancreatitis aguda desde febrero. Así lo confirmó la mujer del joven ... de 36 años y natural de Basauri, Usoa Martínez, en declaraciones a EL CORREO. El joven se encuentra en la UCI y evoluciona favorablemente. Por su parte, la teniente coronel médico Pilar Salvador, una de las encargadas de la evacuación desde Tailandia, ha precisado que al paciente «se le hizo un TAC y vieron lo que había en su abdomen», y a partir de ahí los médicos del hospital vizcaíno decidieron operarle «de forma inmediata».
Álex García se recupera en Cruces, a donde llegó ya extubado e incluso saludó mientras le sacaban en camilla de la ambulancia. Antes, había pasado catorce horas en la aeronave, acompañado por un equipo de once profesionales de la Unidad Médica de Aeroevacuación (UMAER) del Ejército del Aire y del Espacio; su madre, Tere; y su cuñada, Saioa. «Era una misión muy compleja por la situación clínica del paciente», aseguran el teniente coronel Francisco Cantalejo y la teniente coronel médico Pilar Salvador.
Tras los dos meses ingresado en Tailandia, los miembros del equipo que se trasladó a su rescate no sabían cómo se lo iban a encontrar a su llegada. De ahí que nada más aterrizar en Bangkok el sábado, se acercaran a verle a la UCI donde le estaban tratando para «valorarle y darse cuenta de que había posibilidades de traerlo», si bien «nada más montarle al avión, cambiamos la estrategia terapéutica y le extubamos. Lo cambiamos todo, recolocamos... Y mejoró», explicaron Cantalejo y Salvador tras la llegada del Airbus a la base de Torrejón de Ardoz a última hora del domingo. Había partido desde ese mismo lugar el viernes por la tarde y unas 48 horas después, estaba de regreso tras haber cumplido «uno de los viajes más difíciles» a los que se habían enfrentado nunca.
«La patología que tiene Álex es muy compleja, pero ahora ya está en casa con los suyos y se ha hecho lo que pensamos que debíamos hacer en todo momento», insistió Cantalejo tras ser recibido, junto a su equipo, por la ministra de Defensa, Margarita Robles, una vez concluida la misión.
Antes de partir, al final de cada reunión todos los participantes en el operativo se repetían una y otra vez que podían sacar la misión con éxito, pese a ser «difícil y multidisciplinar. Hemos tenido un equipo fantástico, superior. Álex ya está aquí y estoy emocionada, feliz. El equipo se ha dejado el corazón», añadió Salvador.
A su llegada a Bangkok, la familia les acogió «con muchísimo cariño», en medio de una operación de extrema delicadeza que además «toca mucho el corazón. Hemos llorado mucho», admiten ambos responsables del operativo. «Llevábamos muchas cosas que pensábamos que podíamos llegar a necesitar, pero luego no han hecho falta. Hay muchas ganas y muchas lágrimas en el camino», que ha durado unas veintiocho horas de vuelo y un total de dos días, desde el viernes que salió el Airbus de Torrejón de Ardoz hasta que el domingo por la noche regresó a la misma base aérea.
Es más, los planes cambiaron con la subida de Álex al avión. «Volamos a 30.000 pies y las condiciones fisiológicas del paciente a esa altura son diferentes», explica el teniente coronel Cantalejo. «Él venía con un tubo puesto y decidimos quitárselo. Pensábamos que no lo necesitaba. Pero hay que hacerlo arriba y ver cómo responde. Decidimos quitárselo y le dijimos que estuviera tranquilo, que ya no tenía el tubo. Hubo que sedarle un poco para que estuviera más tranquilo, pero fue una decisión adecuada porque empezó a mejorar. Aunque fue una decisión complicada de tomar había que hacerlo porque si no la situación se complicaba mucho más. La fiebre no le bajaba y hubo que reemplazarle dispositivos. Ha sido trabajo continuo, pero ha dado resultado».
La madre de Álex, Tere, ha sido «fundamental» en este proceso, según Salvador y Cantalejo. «Llegó mejor de lo que nos lo encontramos. Ha sido un trabajazo por parte de todo el equipo», aunque «si Álex no tiene energía no sale adelante. Su madre ha sido también fundamental. Ha sido la que nos ha facilitado el contacto con los médicos de allí. Ha sido tremenda la energía que ha tenido a pesar de la dificultad». Su cuñada Saioa «también le ha dado mucha energía y fortaleza» y su mujer, Usoa, «ha pasado muchos nervios y preocupación» hasta su llegada.
Los médicos intensivistas que le atendieron a su llegada al hospital de Cruces esperan su recuperación total, pero «el proceso va a ser largo».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.