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J.V. Muñoz-Lacuna
Toledo
Martes, 9 de enero 2018, 10:13
Tienen 16 años y estaban siendo obligadas a ejercer la prostitución en el Hotel Club Guindanao, de Mocejón (Toledo), hasta que la Guardia Civil las ha liberado deteniendo a dos hombres de 44 y 52 años, que han ingresado en prisión por un delito de ... trata de seres humanos por orden del Juzgado de Instrucción número 1 de Toledo.
Las investigaciones comenzaron a mediados del pasado mes de diciembre después de que la Guardia Civil recibiera la llamada de un hombre en la que alertaba de la presencia de dos menores de edad que podrían estar siendo obligadas a prostituirse en este club. Cuando los agentes acudieron al establecimiento hallaron en su interior a dos chicas de 16 años que reconocieron encontrarse en el club de alterne en contra de su voluntad y bajo amenazas.
Las dos menores son estudiantes de Hostelería en un instituto de Madrid. Allí las captó un hombre el pasado mes de noviembre ofreciéndoles para trabajar como ayudantes de cocina en un hotel de Mocejón. También les convenció para aceptar la oferta de empleo pues podrían compatibilizarla con sus estudios y cobrarían un salario. Además, el hombre les aseguró que las trasladaría desde el hotel hasta sus domicilios para resolver cualquier problema de transporte.
Cuando las jóvenes acudieron al hotel descubrieron una realidad distinta: tendrían que trabajar en la barra del bar tomando copas con clientes y manteniendo relaciones sexuales con ellos. Las menores se negaron pero uno de los detenidos las intimidó mostrando una falsa placa de policía y amenazando con hacer daño tanto a ellas como a sus familias. Por este motivo, durante varias semanas se vieron obligadas a aceptar la “oferta” de trabajo y regresar cada día a sus casas ocultando a sus familias sus verdaderas funciones en el hotel.
Curiosamente, de algunas paredes del hotel-club cuelgan carteles de una campaña del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha para prevenir la trata de seres humanos: “No ignores la trata. Podría ser tu historia”. Una campaña en la que se difunden dos números de teléfono (900 105 090 y 900 100 114) a los que se puede llamar para denunciar casos de explotación sexual.
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