Leonor irrumpe en escena

En 2018 algo cambió. El 30 de enero, el mismo día en que el Rey cumplió los 50, Leonor recibió el Toisón de Oro; en septiembre, la Princesa apareció por primera vez en la agenda de la Casa Real, con motivo de su visita junto a sus padres y su hermana al Real Sitio de Covadonga, y el 31 de octubre, en su trece cumpleaños, leyó el primer capítulo de la Constitución en la que supuso su primera intervención pública. De hecho, la imagen de aquel día del Rey con la princesa Leonor fue la que protagonizó el discurso de don Felipe la Nochebuena de 2018, pronunciado desde el Salón de Audiencias de Zarzuela.

Hay pocas dudas de que este año la fotografía que reinará en el escenario elegido por Felipe VI para dirigirse este domingo a la nación será la de Leonor jurando la Constitución. Este pasado 31 de octubre, la princesa de Asturias no solo alcanzó la mayoría de edad, con todo lo que ello supone en la vida de una joven, sino que cumplió en el Congreso, ante diputados y senadores, el requisito indispensable para colocarse la corona si fuera ya preciso.

Los pasos dados en este último lustro por la heredera al trono han estado medidos al milímetro, han sido cortos pero firmes. Zarzuela, eso sí, jugó con una baza;encontró en la formación que había recibido su padre el mejor espejo en que reflejarse. Tomó como base las fechas significativas y desechó la continua exposición mediática que vivió el príncipe Felipe en su niñez y juventud.

Al igual que el Rey, la princesa Leonor pronunció su primer discurso propio en Oviedo, en los premios que llevan el nombre del heredero de la Corona, y empezó a tomar soltura en actos públicos, la mayoría de veces acompañada de sus padres y hermana y en contadas ocasiones en solitario o junto a la infanta Sofía.

Las referencias a la princesa Leonor en los discursos navideños del Rey han sido escasas, por no decir nulas. Los gestos hablaban por sí solos y en 2020 se volvió a recurrir a una imagen de Felipe VI y su heredera, esta vez en el homenaje a las víctimas de la covid, para la cita anual del monarca con la nación.

Este año, indudablemente, sí dedicará una parte de su discurso a poner en valor la nueva posición de la princesa de Asturias, quien, después de dos años estudiando Bachillerato en Gales, apartada de todo foco, ha eclosionado en esta segunda mitad del año desatándose, de hecho, una 'leonormanía' fruto en parte a su ingreso en la Academia Militar de Zaragoza.

Ha llegado el momento, entienden en Zarzuela, de potenciar la imagen de la heredera de la Corona. De hecho, desde que inició su formación militar Casa Real ha distribuido más imágenes de la princesa Leonor que en los 17 años anteriores. Nunca se dudó en palacio de que los españoles conectarían con la primogénita de los reyes Felipe y Letizia –algo parecido ocurre con la infanta Sofía– en cuanto se diera a conocer; la espera, consideran, mereció la pena. En estos últimos meses, además, a través de los discursos que pronunció en la ceremonia de los Premios Princesa de Asturias y más tarde en el Palacio Real, tras la jura de la Constitución, aseguró ser «consciente de mi deber y de lo que implican mis responsabilidades» y pidió a los españoles que confíen en ella.

Poco a poco, y siempre condicionada a su formación militar de tres años, intensificará su presencia en actos institucionales y reforzará el contenido de sus intervenciones públicas, siempre consciente del papel que el destino le ha deparado.