Secciones
Servicios
Destacamos
Olatz Barriuso
Bilbao
Martes, 31 de diciembre 2024, 14:27
El lehendakari Imanol Pradales ha debutado hoy en la tradición de los mensajes presidenciales de fin de año con una alocución que recoge la esencia de su discurso ya desde la campaña electoral que le llevó a Ajuria Enea hace algo más de medio año, ... un alegato contra los populismos y los extremismos que acechan en tiempos convulsos y de incertidumbre. Con el escritorio que su predecesor utilizaba en su exilio en París presidiendo la escena –junto a una ikurriña y un gran árbol de Navidad profusamente decorado–, Pradales ha elegido como destinatarios preferentes de su mensaje a un colectivo que, ha reconocido, probablemente no lo estuviera escuchando: los jóvenes.
Consciente de que las nuevas generaciones son las que tienen más motivos para ver el futuro con «pesimismo» por las «dificultades para encontrar un buen trabajo o para independizaros» –las únicas referencias que ha hecho a los problemas del País Vasco, como la vivienda, el encarecimiento del coste de la vida, los riesgos de perder competitividad y talento o la sanidad, que ha preferido no citar–, Pradales les ha pedido «responsabilidad» para no dejarse «embaucar por mensajes populistas que no dicen la verdad».
«Vivid la juventud a vuestra manera. Vivid cada experiencia a vuestra manera. Al fin y al cabo, eso es exactamente lo que hicimos nosotros a vuestra edad. Ahora bien, vuestra libertad no debe estar reñida con vuestra responsabilidad», ha advertido, citando, de nuevo, a Agirre que en 1947, en plena posguerra, en su mensaje de 'Gabon' –como a él le gustaba denominarlo– advirtió a la juventud de que «toda nuestra tradición de libertad, nuestra práctica democrática, amenaza con debilitarse» si la «intensa preocupación por el porvenir de nuestro pueblo» no encuentra «eco» entre la juventud. Casi ochenta años después, Pradales ha hecho suya aquella admonición y ha recordado a los jóvenes que «la libertad, la democracia y el porvenir no están asegurados» y que «tal como nos enseñaron las personas más mayores de casa cualquier alternativa es peor, mucho peor», por lo que les ha reclamado ponerse en guardia «en estos días de creciente antieuropeísmo, demagogia y extremismo».
Una apelación directa a la juventud que entronca con el informe presentado a principios de diciembre por el Gobierno vasco, que arrojaba datos como que uno de cada cuatro menores de treinta años cree que viven «demasiados extranjeros» en la comunidad, lo que llevó al Ejecutivo a advertir del «riesgo» de aumento de «posiciones de ultraderecha» entre los jóvenes, especialmente entre los varones de entre 15 y 19 años. «Esto es lo que tenéis, lo que tenemos, en juego en estos tiempos en los que crecen las olas de la intransigencia y el autoritarismo, golpeando los muros de contención construidos a lo largo de décadas», ha insistido, antes de reclamar a esas personas «con dificultades» que «no compren relatos manipulados ni soluciones mágicas». «No os dejéis embaucar por mensajes populistas que no dicen la verdad», ha pedido.
En cambio, tras recordar que «los problemas complejos que tenemos» no se solucionan «con respuestas simples» ni «de la noche a la mañana», ha reclamado a los vascos «paciencia, esperanza y confianza» en Euskadi y «en vosotros mismos». «El pueblo vasco siempre ha sabido adaptarse a las circunstancias y lo volveremos a hacer. No tengo la menor duda. Confío en la fuerza de nuestra sociedad y confío en vosotros», ha enfatizado el lehendakari, que ha animado a los ciudadanos a «soñar con un futuro sin límites» y «recorrer juntos el camino» hacia una «Euskadi Berria» –el leit motiv que utiliza desde los albores de su mandato– «próspera, abierta, justa, segura y libre». «La «Euskadi que os merecéis, la que os ofrece oportunidades», ha apostillado.
Pradales , que ha asumido que no iba a lograr ser «original», no ha mencionado a la oposición ni a los sindicatos, ni ha recurrido a cifras macreconómicas. Ha preferido acordarse de «los que no están» –con mención expresa al lehendakari Ardanza, fallecido en abril–, de los «más vulnerables», de los que se sienten solos o los que acaban de llegar a Euskadi «en busca de una vida mejor». También del personal sanitario, ertzainas, bomberos, trabajadores de la limpieza, taxistas, panaderos, fruteros o periodistas que trabajan en estas fechas.
También ha pasado el lehendakari más bien de puntillas sobre la reforma del Estatuto, a pesar de que en 2025 se esperan pasos determinantes para empezar a avanzar en un acuerdo que Pedro Sánchez pueda aceptar en Madrid. Se ha limitado a constatar su fe en una Euskadi equitativa, trabajadora y «que avanza en su autogobierno, consciente de que es la clave de nuestro bienestar». Un autogobierno que, de nuevo, ha vinculado a una mayor «calidad de vida» al poder tomar «en nuestro país las decisiones que nos afectan de manera directa». Pero, sobre todo, Pradales ha dicho creer en una Euskadi «feliz» donde la gente «pueda disfrutar y sonreir, en familia, con sus amistades, entre compañeros de trabajo o cada uno con quien quiera».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.