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Ajenos a la convulsión causada en la legislatura española tras la dimisión de Íñigo Errejón por las acusaciones de violencia sexual y desde la tranquila localidad marítima de Calella (Barcelona), Junts se prepara hoy para cerrar un plácido congreso nacional que se saldará, salvo sorpresa ... mayúscula, con la entronización de Carles Puigdemont como presidente de la formación y la renovación de Jordi Turull en la secretaría general. El expresident de la Generalitat se rodeará de una ejecutiva formada por 31 personas a su imagen y semejanza con nombres como el de los diputados en el Congreso Míriam Nogueras –ascendida a una de las cuatro vicepresidencias– y Josep Maria Cruset o el de la parlamentaria catalana Judith Toronjo, que se convertirá en la nueva secretaria de Organización. Pero más allá del organigrama y de haber desplazado a los afines a Laura Borrás –que el viernes se despidió de la presidencia del partido–, los poscovergentes también redoblarán su apuesta por la independencia, con una advertencia a Pedro Sánchez: si la vía de la negociación hacia un referéndum pactado no da frutos o se alarga de manera estéril, no renunciarán a la vía unilateral.
Así lo reflejan los nuevos documentos que aprobaron este sábado las diferentes ponencias del partido. Entre otras cuestiones, recuperar la movilización como «motor esencial» en el ámbito de la «lucha no violenta» para hacer efectiva la independencia o el reconocimiento de la necesidad de recuperar el poder en las instituciones catalanas, con la colaboración con otras organizaciones y partidos si es necesario.
También hay espacio para la fiscalidad. Especialmente en un momento en el que la senda de déficit depende el apoyo de sus siete diputados en el Congreso y en plena pugna en el independentismo en el que Esquerra ha hecho bandera del acuerdo arrancado a los socialistas para la investidura de Salvador Illa, y que incluye el reconocimiento de un concierto catalán. Ahora, los posconvergentes denuncian el «expolio fiscal español». «Mientras continúe el expolio y el maltrato fiscal en Cataluña, los impuestos que pagan los catalanes no pueden servir para compensar el déficit ni tampoco para pagar las rebajas fiscales de las comunidades autónomas españolas», zanjan.
Turull destacó este sábado la «cohesión» que caracteriza, según defendió, la candidatura que encabeza Puigdemont –pese a que abrió la puerta a abandonar la política si no resultaba investido president de Cataluña–: «Porque potencia el equipo, no individualidades». Era su forma de restar importancia al debate abierto tras la decisión de que se eligiera a los miembros de la dirección con listas cerradas y bloqueadas para evitar votos de castigo. «Con este equipo nos vemos capaces de salir adelante, de ser esperanza y alternativa», subrayó Turull, tras constatar que las enmiendas que rechazaban las listas bloqueadas no prosperaron una voluntad mayoritaria de los delegados.
Se espera hoy una jornada de cierre en tono festivo, con unas votaciones que terminarán a las 13:00 horas. Además de los militantes y delegados, a la antigua fábrica textil donde se celebra el congreso también acudirán delegaciones de otros partidos, como una del PNV que encabezará Andonio Ortuzar. A las 13:30 está previsto que, salvo sorpresa mayúscula, intervenga la nueva dirección del partido con un discurso telemático del propio Puigdemont, que el viernes seguía la inauguración de la cumbre desde un despacho de su vivienda en Waterloo (Bélgica), donde se estableció tras su fuga de España en 2017 y cuya estancia solo ha interrumpido para trasladarse al sur de Francia durante la campaña de las catalanas y su visita fugaz a Barcelona en agosto. El día que Illa fue investido presidente y él volvió a huir al extranjero sin ser detenido.
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