Ander Azpiroz
Madrid
Jueves, 8 de agosto 2024, 19:39
Jornada agridulce para Junts. En el lado bueno de la balanza estuvo el fugaz regreso de Carles Puigdemont a Barcelona tras siete años fugado de la justicia en su refugio de Waterloo al que siguió la escapada del ex president a pesar del amplio ... dispositivo policial desplegado.
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Lo que vino después fue ya un cúmulo de reveses para la formación independentista. El principal de ellos el fracaso a la hora de lograr que se suspendiera el pleno de investidura. Lo solicitaron formalmente tras reiniciarse la sesión tras la pausa de la comida y conocerse que los Mossos investigan a Jordi Turull como posible cómplice de Puigdemont en su nueva fuga.
Durante el debate, el portavoz de Junts, Albert Batet, se empleó a fondo contra Esquerra por pactar con los socialistas y romper la unidad secesionista. «Nosotros hemos decidido mantenernos fieles a los valores del 1 de octubre», espetó Batet a los republicanos.
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Sobre Salvador Illa, el portavoz independentista aseguró que será un presidente «sucursalista» que servirá a las órdenes de Madrid. «Con la investidura del señor Illa, Cataluña se autoimpone un 155», resumió. Como principal partido de la oposición y ante el pacto de Esquerra con el PSC, Junts se erigió en el único guardián de las esencias independentistas.
Hubo también mensaje contra los jueces a los que se acusó de «hacer saltar por los aires los fundamentos democráticos».
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