Julio Anguita, ingresado en situación crítica por un problema cardiaco

Fuentes sanitarias han confirmado que Anguita, de 78 años, fue trasladado intubado y en una UVI móvil hasta el centro sanitario, después de que fuera atendido en un primer momento en su domicilio de Córdoba, ciudad donde estaba llevando sin problemas el confinamiento y de la que fue alcalde entre 1979 y 1986. «Los profesionales sanitarios han tenido que aplicar maniobras de reanimación cardiopulmonar al encontrarse al paciente en parada cardiaca», explicaba el parte médico facilitado por el complejo hospitalario. «Permanece ingresado en la UCI en situación crítica, con ventilación mecánica y pendiente de evolución», continúan los médicos.

No es la primera vez que Anguita tiene que lidiar con problemas del corazón, y ha sido operado en dos ocasiones, primero en 1999 y posteriormente en el año 2009. Fue cuando participaba en la campaña electoral para los comicios generales de 1993 cuando sufrió el primer infarto, que le sorprendió en Barcelona. Posteriormente sufriría otro en 1998, esta vez ya en Córdoba. Desde entonces, permanece apartado de la primera línea de la actividad política, pero no de la militancia.

Así, en 2012 impulsó el Frente Cívico Somos Mayoría, una herramienta de movilización social con la que intentó hacer confluir diversos movimientos sociales surgidos a raíz del 15M y que fue germen de numerosas marchas sociales de protesta contra la política de recortes del PP, entre ellas las Marchas por la Dignidad. Anguita, sin embargo, abandonó la presidencia de la organización en 2018 al no haber logrado su objetivo de ser un referente estatal, proponiendo incluso la disolución del colectivo. Asimismo, se convirtió en referente político de Podemos y especialmente de Pablo Iglesias.

En este tiempo, nunca ha dejado de expresar sus opiniones políticas, y de hecho en los últimos meses se muestra muy activo en redes sociales. Hace solo unos días lanzaba un video, difundido por el colectivo Prometeo, en el que instaba a buscar una salida política, ecológica y económica a la pandemia del coronavirus. Una respuesta, afirmaba, que «no hipoteque el futuro de nuestros hijos y nuestros nietos», que «tienen derecho a que no les dejemos miseria y grandes problemas». «En estos momentos de crispación que están aprovechando algunas fuerzas políticas hace falta serenidad, reflexión y sopesar razones».