El Juzgado de Instrucción 47 de Madrid ha reabierto la causa contra Íñigo Errejón por la supuesta agresión sexual denunciada por la actriz Elisa Mouliaá. El juez Adolfo Carretero estima el recurso de reforma interpuesto, ante el propio órgano judicial, por la Fiscalía y la ... defensa del denunciado contra el archivo del caso decretado después de que la abogada de la denunciante anunciara su baja por maternidad y de que Mouliaá se negara a designar a otro letrado.
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El juzgado, que ha resulto esta situación inédita «no teniendo por personada a la denunciante» y actuando de oficio contra el exdiputado, ha decido «alzar la suspensión de los actos procesales del procedimiento» y retomar la causa con la citación de la actriz el próximo 16 de enero a las 11 de la mañana y con el interrogatorio de Errejón a las 12:30 horas de ese mismo día.
De forma casi simultánea a la reactivación de la causa de Madrid, el Juzgado de Instrucción 11 de Barcelona ha abierto por su lado unas diligencias previas para investigar la denuncia de la ex 'gran hermano' y habitual en los platós televisivos Aída Nízar. Este juzgado se ha hecho cargo de la denuncia que formuló Nízar en octubre en un juzgado de Marbella y en la que afirmó haber sido víctima de otra agresión por parte de Errejón en un acto electoral de Ada Colau en Barcelona al que acudió como informadora.
Sobre la primera denuncia, la de Mouliáa, en el atestado elaborado por la Unidad de Familia y Mujer de la Policía Nacional (UFAM) el pasado 24 de octubre se recogen hasta tres episodios de presuntas agresiones sexuales en septiembre de 2021 después de quedar con el exdiputado tras la presentación de su libro y tras llevar «aproximadamente un año» hablando por redes sociales. Al terminar el evento, se fueron a tomar unas cervezas a un bar cercano del barrio de Ópera de Madrid y Mouliáa, que ya tenía previsto acudir esa noche a una fiesta en casa de un amigo, «por educación» invitó a Errejón a acompañarla.
De acuerdo con su relato, ya en el coche él adoptó «una actitud dominante» y en el ascensor directamente la habría agarrado «fuertemente» de la cintura y besado «de forma violenta», «dejándola sin respiración». Una vez en la fiesta y, tras bailar y charlar con los otros asistentes, la habría llevado «por la fuerza» a una habitación, donde se habrían producido varios tocamientos «sin el consentimiento» de la actriz tras cerrar el pestillo.
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Mouliáa describe en la denuncia que Errejón la quitó el sujetador, profirió frases «lascivas» del tipo «cómo me pones», acto seguido la empujó sobre la cama, se sacó su miembro y la hizo tocamientos. «Paralizada», «fue en ese momento cuando le dijo que ella quería seguir en la fiesta». Errejón le habría contestado que «salía de la habitación con la condición de que en 20 minutos ambos tenían que irse a su casa». «Estuvieron un rato más», pero se trasladaron rápidamente en un mismo coche al domicilio del político.
Allí, «sin mediar palabra», él habría reanudado los tocamientos. Ella «le comentó que se estaba sintiendo muy incómoda», que lo que estaba ocurriendo le estaba pareciendo «muy violento». Y finalmente le dijo: «Íñigo, 'solo sí es sí', parece mentira que me esté pasando esto contigo», culminando ahí el relato plasmado en la denuncia. A la espera del avance de la investigación, los hechos podrían ser constitutivos de un delito de agresión sexual castigado con penas que van de uno a cinco años de cárcel.
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En el caso de Aída Nízar, en su denuncia (que luego matizó porque inicialmente situó los hechos en un evento en la Universidad Complutense de Madrid y luego en un evento en Barcelona) afirmó que en 2015 el entonces líder de Podemos le propinó un «fuerte azote en las nalgas» y luego la «amenazó» y que de esa agresión pudieron ser testigos el entonces dirigente del partido morado en Cataluña, Xabier Domènech, y la que sería alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
En el evento, la denunciante se encontraba trabajando para una revista catalana. Al finalizar el acto, «Íñigo Errejón se abalanzó sobre mí y me dijo que era más guapa en persona y que tenía que cambiar mis ideas retrógradas políticas. Todo esto mientras me abrazaba con fuerza hacia sus partes, sintiendo claramente que tenía una erección», refirió la demandante.
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«Me besó en la mejilla, dejándome restos de saliva, a la vez que me pedía que le diera mi teléfono», añadió Nízar. Según su versión, cuando apartó a Errejón, él «se volvió a acercar» y fue entonces cuando le golpeó «las nalgas» al tiempo que le susurraba al oído: «'A ver, bonita, cuánto vas a tardar en seguir trabajando en Cataluña'». Nízar dijo ante la Policía haberse sentido «humillada, vejada, baboseada y repugnada». Y que desde aquel encuentro no volvió a poder ejercer en la comunidad catalana.
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