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La situación de extremo hacinamiento y condiciones pésimas de vida de los solicitantes de asilo bloqueados en el aeropuerto madrileño de Barajas comienza a ser alarmante. Desde el pasado verano, las salas de inadmitidos de la Terminal 1 y de la Terminal 4, diseñadas para ... albergar al máximo a 80 personas en cada una de ella, están sufriendo una ocupación media de 250.
Entre los viajeros que están 'retenidos' en esas salas a la espera de que el Ministerio del Interior decida si concederle algún tipo protección internacional o deportarlos de vuelta al país de dónde llegaron hay al menos 19 menores de edad. Todos ellos viven con baños colapsados, durmiendo en colchonetas en el suelo y sin la más mínima intimidad, según han relatado a este periódico testigos presenciales.
Y, dada la gravedad de la situación, los jueces que se encargan de la supervisión de esas personas han decidido abroncar públicamente al departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska. Los magistrados titulares de los juzgados de instrucción 6, 19 y 20 de Madrid, con competencias en materia jurisdiccional y de control relativas a los CIEs (Centros de Internamiento de Extranjeros) de la Comunidad de Madrid han acordado de manera unánime requerir al Ministerio del Interior y a la Comisaría General de Extranjería y Fronteras «a fin de que adopten con carácter urgente cuantas medidas resulten precisas para poner fin a la situación de hacinamiento actualmente existente en las salas de inadmitidos». Los jueces se quejan de manera particular de que este hacinamiento está «vulnerando la intimidad» de los menores y sus familias.
El requerimiento a Interior es fruto de una queja formulada por la coordinadora Estatal del Servicio Jurídico de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), que apuntaba a que desde este verano «se ha producido un aumento exponencial del número de solicitantes de protección internacional en el citado aeropuerto, existiendo, además, retrasos en la formalización de las solicitudes, provocando todo ello una situación de sobreocupación de las salas de solicitantes de protección internacional ubicadas en la T1, teniendo que habilitarse para el mismo efecto las salas de inadmitidos de la T1 y T4».
La denuncia de CEAR ha sido confirmada punto por punto por los jueces de control que han llevado a cabo una visita a las salas de inadmitidos « durante la cual se pudo comprobar, entre otras circunstancias, que muchos de los ingresados en dichas salas están durmiendo en colchones instalados en el suelo, sin las más mínimas condiciones de salubridad, higiene e intimidad, que permitan proteger sus derechos básicos en las circunstancias en las que se encuentran, tratándose en algunos casos de familias y menores edad.»
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