José Manuel Miñones, un farmacéutico fiel al jefe

Hace meses que España no cuenta, uno a uno y con la respiración contenida, los casos de coronavirus. Miñones, curtido en el municipalismo y cuyo entorno destaca su carácter conciliador, tendrá aparentemente un camino más allanado que Darias, que abandona el Gobierno para centrarse en su candidatura a la Alcaldía de Las Palmas de Gran Canarias. Con un perfil más político que técnico, ahora que se aproxima una doble cita electoral, el nuevo ministro ejercerá de aliado de Sánchez en un Consejo de Ministros roto por las discrepancias entre el PSOE y Unidas Podemos, cada vez más agravadas.

Sánchez y Miñones mantienen trayectorias paralelas en lo personal y en lo profesional. Ambos nacieron en 1972 y son padres de dos hijos. Uno accedió a la Moncloa mediante un pacto de investidura a varias bandas y el segundo mantuvo el bastón de mando en Ames, un pueblo con poco más de 30.000 habitantes, atando también diferentes apoyos como los de Podemos, las mareas y el BNG, un proyecto que aún sigue funcionando, ya sin Miñones al frente. Porque este sanchista puso fin a su carrera municipal en marzo de 2021, cuando fue designado delegado del Gobierno. Ahora da el salto a la política nacional con la mirada puesta en la Xunta de Galicia, un territorio que se le resiste al PSOE.

Licenciado en Farmacia por la Universidad de Santiago de Compostela, donde obtuvo el doctorado en la misma especialidad con premio extraordinario, fue investigador y profesor contratado en el Departamento de Química y Física con docencia en la Facultad de Farmacia. El gusanillo de la política le había picado años antes; su padre llegó a ser teniente de alcalde en Santiago y él mismo había liderado una asociación vecinal que lo catapultó hasta las listas del PSOE en Ames, donde tiene una casa. Tardó dos legislaturas en conquistar la Alcaldía.

La cada vez más recompensada lealtad de este político gallego al presidente viene de lejos. Miñones, un tipo formado y disciplinado, retuitea mensajes de cuentas de fans de Sánchez como la llamada Mr. Handsome ('El señor atractivo', en su traducción al español), critica con dureza el Gobierno gallego del PP y a Alberto Núñez Feijóo y rara vez se sale del argumentario socialista. El líder del PP ha devuelto este lunes los ataques al aventurar, mordaz, que el ascenso de Miñones tiene que ver con la búsqueda de un candidato para la Xunta, la que él presidió con cuatro mayorías absolutas y que al PSOE por ahora parece quedarle lejos.

En una entrevista con Atlántico TV, en enero de 2022, Miñones reconocía su conexión con el presidente: «Sí, me siento un hombre de Sánchez, ¿por qué no decirlo? Tengo una relación muy buena con él, anterior a ser alcalde de Ames. Establecimos contacto directo. Creo que su compromiso con Galicia es personal. Si nos fijamos en las inversiones, puedo decir abiertamente que es el presidente más gallego que hemos tenido».

Miñones es el quinto ministro de Sanidad que nombra Sánchez. Antes ocuparon el cargo Carmen Montón, obligada a dimitir dos meses después de haber tomado posesión tras descubrirse que había plagiado buena parte de su trabajo de fin de máster; María Luisa Carcedo, descartada para el Gobierno de coalición con Unidas Podemos acordado en diciembre de 2019; Salvador Illa, que tuvo que asumir el estallido de la crisis del coronavirus y la gestión de la pandemia antes de ser candidato a la Generalitat de Catalunya, y Carolina Darias, la ministra que más ha durado (dos años y dos meses) al frente de Sanidad bajo el mandato de Sánchez y encargada de la campaña de vacunación.

Aunque tendrá poco margen de maniobra, con el final de la legislatura en el horizonte más próximo y las competencias en materia sanitaria en manos de las comunidades autónomas, Miñones encontrará varios asuntos pendientes en el Ministerio, como la grave crisis que arrastra la atención primaria en todo el país, la necesidad de reducir las listas de espera y el retraso en la llegada de nuevos medicamentos.