IU busca recobrar su protagonismo de antaño ante el PSOE y con Sumar en declive

Desde entonces, IU y Garzón quedaron marginados dentro de una marca de Podemos que contaba como figuras principales con Iglesias y -hasta la Asamblea Vistalegre 2 de 2017- con un Íñigo Errejón hoy caído en desgracia por las acusaciones de violencia sexual. Ahora, el actual coordinador general, Antonío Maíllo, busca devolver a su formación el protagonismo de antaño, más aún con un Sumar al que IU se ha mantenido fiel pero que atraviesa una crisis de impredecibles consecuencias por sus últimos resultados electorales y, más aún, tras estallar el 'caso Errejón'.

La propuesta de Maíllo pasa por dejar atrás el espacio de Sumar para crear una nueva marca en la que vuelvan a concentrarse todas las fuerzas más allá del que considera «un timorato» PSOE. La propuesta incluye a Podemos, pese al profundo resentimiento de los morados con Yolanda Díaz. El líder de IU asegura que desde su formación se han puesto ya en contacto con todas las formaciones de su espectro político para retomar un proyecto de unidad. De no adelantar Pedro Sánchez las generales, la primera prueba de fuego sería en las elecciones andaluzas de 2026.

En el informe político que la ejecutiva de IU presentó el pasado 20 de octubre se establece la necesidad de «un método democrático» que supere los errores en los que, a su juicio, incurrió la fórmula de Sumar al no realizar primarias para elegir a Díaz como jefa de filas ni tampoco para elaborar las listas de las últimas generales. «Izquierda Unida, en igualdad de condiciones, sin ser más, pero tampoco menos, ha lanzado una propuesta para trabajar la unidad a la hora de actuar con el resto de organizaciones», señala el documento elaborado por Maíllo.

La dirección de IU considera que su aportación es fundamental para el éxito de cualquier coalición de izquierda. Su suelo electoral está en los 900.000 votos, un número imprescindible de apoyos en unas elecciones generales. Ahora, su coordinador general quiere exprimir ese potencial para escalar posiciones de decisión en la fórmula con la que se pueda presentar la izquierda a las próximas citas electorales.

De momento, los cinco diputados de IU ya han presionado dentro de Sumar para reconfigurar las portavocías del grupo parlamentario en la Cámara baja, la primera de ellas la que ocupaba hasta su dimisión Errejón. Pese a su apuesta por la renovación, Maíllo se muestra muy respetuoso con Díaz, excompañera suya en las filas de IU hasta que la vicepresidenta segunda decidió renunciar a su carné de militante del partido en 2019.

Aun así Maíllo insiste: «Queda todavía tiempo hasta 2027 para la celebración de las elecciones generales, pero es evidente que aquí va a haber una reorganización del espacio, independientemente de lo que pensemos cada una de las partes». Está por ver el papel que pueda desempeñar la vicepresidenta segunda en esa nueva coalición y quién la lidera. También si Podemos acepta reintegrarse en una alianza que considera les humilló al no otorgarles ningún ministerio tras las elecciones de julio de 2023 y en la que se vetó a Irene Montero en las listas. Mailló tendrá que nadar a contracorriente para tratar de reconstruir los puentes rotos entre Díaz y las dirigentes de la formación morada.