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Cristian Reino
Barcelona
Viernes, 21 de febrero 2020, 18:48
La avenida Meridiana de Barcelona, una de las principales arterías de la ciudad de entrada y salida hacia el norte, se ha convertido en el último bastión de las protestas independentistas contra la sentencia del Supremo contra los líderes del 'procés'. Desde el pasado ... 14 de octubre, cuando se conoció la condena por sedición contra nueve de los dirigentes secesionistas, un centenar de independentistas se manifiestan todas las noches en esta calle. La protesta consiste en cortar la circulación durante un par de horas. Se hacen llamar «Meridiana resiste».
La acción se ha repetido 131 veces de forma ininterrumpida desde octubre. Siempre por la tarde/noche, en torno a las ocho y las once. Pero el Ayuntamiento de Barcelona, gobernado en coalición entre los comunes y el PSC, ha dicho basta. El concejal de seguridad, el socialista Albert Batlle, se ha dirigido por carta al consejero de Interior, Miquel Buch, de JxCat, para que ponga fin a lo que desde el consistorio consideran un «abuso» por parte de los manifestantes. Bares y comerciantes de la zona calculan que su facturación ha caído un 40% estos últimos cuatro meses como consecuencia de los cortes en la Meridiana. «Las dificultades para acceder a la zona están actuando como elemento disuasorio para clientes y visitantes habituales, que buscan alternativas para hacer sus compras e ir de restaurantes», según la entidad que agrupa a los ejes comerciales del entorno.
Buch, en cualquier caso, no tiene intención de mandar a los Mossos para que pongan fin a las protestas ni se plantea no autorizarlas. «Si no hay riesgos para las personas o los bienes, no podemos hacer nada», dijo el consejero de Interior, que señaló que el derecho de manifestación debe prevalecer.
Casi siempre han sido protestas de carácter festivo, pero ya se han registrado altercados con la policía y roces con ciudadanos cansados que acuden a recriminar a los manifestantes. Además, el sábado pasado, un periodista fue agredido por un grupo de encapuchados mientras grababa la protesta. «La ciudad está harta», dijo Batlle. La Policía Municipal ha remitido cuatro informes a la Consejería de Interior para alertar de las «alteraciones del orden público con peligro para las personas y bienes».
Los irreductibles de la Meridiana, mientras, son tratados como héroes por los dirigentes nacionalistas que de vez en cuando se dejan ver (y fotografiar) en la avenida barcelonesa. El último, Lluís Llach, que calificó este jueves a los manifestantes de «institución» para la ciudad.
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