Detenidos en Murcia tres jóvenes afganos por una presunta violación a tres hermanas de EE UU

Las víctimas son naturales de Ohio, Estados Unidos, estaban de paso por Murcia. Una de ellas acababa de terminar un cuatrimestre de estudios en la ciudad española. Antes de volver, la visitaron sus dos hermanas, con la intención de pasar las fiestas juntas. Estarían quince días y volverían el día dos de enero.

La última noche del año lo celebraron en las calles murcianas. En un bar conocieron a otros tres jóvenes de edades similares. La alegría usual de Nochevieja que se quiso alargar. Ellos propusieron entonces proseguir la fiesta fuera del local. Ellas dijeron que podían ir a la casa donde se hospedaba la estudiante, ubicado en el barrio de Santa Eulalia. Una vivienda en una finca de ladrillo, donde no había nadie más.

Poco tiempo después, las tres acudirían a una comisaría de la policía a denunciar que habían sido violadas. Las tres. Agredidas sexualmente por los tres individuos que actuaron en manada. Primero, según el relato de las víctimas, los hombres las rodearon y, a pesar de que ellas no dieron su consentimiento, dos de ellas fueron penetradas vaginalmente y la menor evitó la violación pero fue duramente golpeada y presenta lesiones.

Fuentes del caso aseguran que ante la denuncia de las jóvenes víctimas de esta nueva manada se activó el protocolo y se les trasladó al centro hospitalario de Murcia, el Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca, donde se realizaron los análisis forenses que ayuden a sostener su denuncia. Los agresores no usaron preservativos, según información de la prensa local, por lo que se han recogido pruebas de ADN.

La Policía Nacional, con la investigación abierta en manos de la Unidad de Atención a la Familia y a la Mujer, montó un dispositivo en el que se detuvo a los hombres que supuestamente cometieron esta nueva violación en grupo, la primera del año, nada más transcurrir los primeros minutos de 2020.

En este caso, aunque las víctimas han sido tres, y no una sola como sucede la mayoría de veces, se cumplen varios de los patrones de este tipo de violación en manada: dos de cada tres ocurridas desde 2016 fueron «violaciones consumadas»; más de la mitad «fueron perpetradas por grupos de dos o tres varones», una de cada tres víctimas era menor de edad (la más joven aquí tenía 18 años) y ocurrieron de madrugada, refiere el observatorio Geoviolencia Sexual. Se desconoce si se usaron dispositivos móviles para hacer imágenes de las víctimas.