Interior ordena blindar diez embajadas y los eventos religiosos de todo tipo ante el temor de atentados

Las órdenes que acaban de ser distribuidas entre los mandos de las fuerzas de seguridad del Estado, Mossos d'Esquadra, Ertzaintza y las delegaciones del Gobierno –y que firma el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez Ruiz- en la práctica suponen situar a España en el mayor nivel de alerta antiterrorista desde los ataques yihadistas de Cataluña en agosto de 2017, aunque Interior mantenga el Nivel 4 (Riesgo Alto), sobre una escala de cinco, ya que no hay indicios sólidos de que se esté preparando un ataque inminente en territorio nacional, único supuesto en el que puede llegarse a este escalón, que incluye incluso la movilización del Ejército en tareas de seguridad ciudadana.

El primer objetivo de la orden de la Secretaría de Estado, que se basa en «informaciones de inteligencia y operativas disponibles», es ante todo «reforzar las actuales medidas policiales de prevención, protección y respuesta antiterrorista en relación con la Embajada de Israel y demás legaciones diplomáticas de dicho país en España, así como sobre sus intereses y lugares de culto, educativos, económicos o de cualquier otro tipo».

Pero el temor de Interior no solo es que los intereses judíos puedan ser atacados en territorio nacional. Interior asegura que a la vista de las informaciones en poder de las fuerzas de seguridad «derivadas del ataque de Hamás contra Israel y la respuesta de este estado en Gaza» también hay que extremar las «actuales medidas antiterroristas» de las legaciones de Turquía, Palestina, Líbano y Jordania, además de cualquiera de sus centros.

El tercer eje de la protección son los intereses europeos en España. Interior llama a redoblar en general la protección en las delegaciones de los 26 estados de la UE en territorio nacional y de «manera particular» las «embajadas e intereses de Francia, Suecia y Dinamarca», ya que los servicios antiterroristas creen que estos tres países de la UE están especialmente señalados por los yihadistas sobre el resto.

La cuarta consigna es la protección de los edificios y colegios, entre otros centros, de Estados Unidos y el Reino Unido.

Más allá de los intereses extranjeros, el Ministerio del Interior considera imprescindible aumentar también la protección «antiterrorista» en todo tipo de «eventos y festividades relevantes para las comunidades religiosas», de cualquier confesión.

Además, la Secretaría de Estado reclama a los agentes que también estén especialmente atentos a «días o eventos señalados por parte de las organizaciones terroristas para realizar o llevar a cabo cualquier tipo de acción violenta», en clara alusión a los llamamientos de organizaciones como la propia Hamás para llevar a cabo acciones en jornadas como los viernes (día sagrado para los musulmanes).

A la vista de las instrucciones del departamento de Fernando Grande-Marlaska, la seguridad del estado también teme ataques a los propios policías. Por ello reclama a los «miembros de los Cuerpos de Seguridad que extremen las medidas y recomendaciones de autoprotección ante posibles atentados terroristas» conforme a las instrucciones que ya se les dieron en verano de 2017 a raíz de los ataques de las Ramblas y Cambrils. «Dichas medidas y recomendaciones van dirigidas tanto a los miembros de la Policía Nacional y la Guardia Civil, como a los integrantes de los Cuerpos de Policía autonómicos y los Cuerpos de Policía Local y personal de seguridad privada», insiste el Ministerio del Interior.