Intelectuales y expolíticos de CS y UPyD promueven un nuevo partido crítico con el PSOE

Entre los 41 firmantes de este nuevo partido político se encuentran, entre otros, el procurador en las Cortes de Castilla y León por Ciudadanos, Francisco Igea; el fundador de la formación naranja, el jurista Francesc de Carreras; el exeuroparlamentario de UPyD Francisco Sosa Wagner; el filósofo Fernando Savater; el escritor Andrés Trapiello; la abogada Elvira Marcos; la escritora Gabriela Bustelo; y el periodista y expresidenta del Foro de Ermua, Iñaki Ezkerra.

En el texto fundacional de La Tercera España, critica que el país «se encuentra al borde de la implosión» con una «derecha indecisa» (PP) que «no entusiasma a sus votantes» y una izquierda (PSOE) que «ha arrojado su ideario secular por la borda, apostando por los caminos del populismo, el personalismo, el oportunismo y la demagogia».

Más en concreto, la nueva formación carga contra el Gobierno de Pedro Sánchez, «minoritario e hipertrofiado» que en cinco años ha dado «un recital de falsedades, contradicciones, incompetencia -salvo en materia de propaganda, apostilla- y culto a la personalidad de su secretario general». «Todo ello encubre un partidismo corrupto que incluye el asalto a las instituciones y el desprecio a la letra de la ley y de la práctica democrática», subraya.

Este partido también afea que el actual líder del PSOE quiera «mantenerse en el poder» aupado por una «multitud abigarrada de micropartidos cuyo único nexo es su repudio a la Constitución y a sus instituciones», en referencia a Sumar y a las formaciones independentistas.

Por estas razones, reclama a los socialistas que, si fueran «un partido democrático», tendrían que reconocer su derrota en las elecciones del 23-J y ofrecer «un apoyo condicionado» al PP. Sin embargo, afea a las dos grandes formaciones políticas de España que no formen una gran coalición como ha ocurrido «en quince países de la Unión Europea» y hayan optado en la democracia por ceder al «chantaje identitario y tribal de los nacionalismos catalán y vasco al convertirlos en el centro del debate público, en lugar de hacerles frente juntos».

En este punto, también carga contra la derecha española «que parece contenta con su papel de remediadora de los desperfectos y bancarrotas que la izquierda deja como estela cada vez que abandona el poder». Además, critica a Vox, «un partido minoritario de retórica radical y hermanado el conservadurismo radical europeo».

Finalmente, la formación socialdemócrata lamenta que en España no haya «un partido de izquierda no populista y no personalista, un partido moderno, de corte socialdemócrata, europeo, de conductas transparentes, democráticas y no jerárquicas, que permita a los votantes recuperar las prácticas, valores e instituciones de la Transición española, universalmente admirada como el más largo período de concordia, bienestar y desarrollo de nuestra historia reciente».