Imputado un alto cargo de Exteriores por la entrada en España de Ghali

Lasala determinará si se pudo cometer un presunto delito de prevaricación y encubrimiento por no someter a control de pasaportes al líder saharaui. Ghali aterrizó en la Base Aérea de Zaragoza el pasado 18 de abril en un avión argelino. No tuvo que pasar controles de fronteras ni enseñar documentación alguna. Desde allí, partió en una ambulancia al Hospital San Pedro de Logroño, donde fue ingresado bajo el nombre de Mohamed Benbatouche para tratarse de afecciones respiratorias provocadas por la covid-19.

Este hecho fue uno de los detonantes que provocó el conflicto diplomático con Marruecos, que tuvo su cenit los días 17 y 18 de mayo, cuando entraron más de 10.000 ciudadanos marroquíes ante la aparente pasividad de las fuerzas policiales del país vecino. Ghali retornaría a Argelia el 2 de junio, aunque desde Rabat aseguraron que eso no sería «suficiente» para zanjar una disputa que tiene como telón de fondo la soberanía del Sáhara Occidental.

Desde la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) no comparten, en cambio, las tesis del abogado que presentó la denuncia y que también reclamó la imputación de Villarino. Este colectivo lo considera un «funcionario ejemplar» que actuó «en el marco de sus funciones, de acuerdo con las instrucciones recibidas y los procedimientos establecidos».