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El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha reivindicado este viernes la Constitución como un «símbolo de unión de diferentes visiones» para «ese proyecto común que se llama España». Illa ha acudido a los actos de conmemoración del aniversario de la aprobación de la Carta ... Magna, en el Congreso. Hacía 15 años que el jefe del Ejecutivo catalán no acudía a la efeméride del 6-D. El último presidente catalán que asistió fue José Montilla, en 2009. En 2010, ya no acudió, molesto con la sentencia contra el Estatuto dictada por el Tribunal Constitucional. Su antecesor, el también socialista Pasqual Maragall no estuvo presente ninguna vez y Jordi Pujol, en todo su mandato estuvo en contadas ocasiones. La última, en 1988.
Ninguno de los presidentes soberanistas que sucedieron a Montilla (Mas, Puigdemont, Torra y Aragonès) reconoció la Constitución y todos ellos se ausentaron el 6-D. «Nada que celebrar» es la consigna que el independentismo lleva proclamando desde hace años. Illa ha puesto fin este viernes a una etapa en que el Govern daba la espalda a la Carta Magna y la rechazaba al entender que no ampara los derechos nacionales de Cataluña. El presidente catalán la ha puesto en valor y la ha defendido, un gesto inédito en Cataluña en mucho tiempo. «Creo que con esta Constitución hemos avanzado mucho estos últimos años y queda todavía mucho por avanzar en algunos derechos reconocidos, como en materia de acceso a la vivienda», ha asegurado en un breve discurso antes del inicio del acto oficial. «Contento, insisto, de estar hoy aquí celebrando el Día de la Constitución», ha reiterado.
Illa repite desde que fue investido el 8 de agosto que bajo su presidencia «Cataluña ha vuelto» a la senda autonómica y constitucional. Viene a decir que Cataluña vuelve tras la aventura secesionista. En cuatro meses de legislatura, el dirigente socialista ha tratado de rehacer todos los puentes dinamitados durante el 'procés' entre la Generalitat y las instituciones españolas. Fue recibido por el Rey en la Zarzuela, asistió al desfile militar del 12-O, ha restituido la bandera española en su despacho del Palau de la Generalitat y ha normalizado relaciones con el TSJC. Illa trata de lanzar un mensaje conciliador con el resto de España, aunque está por ver cuánto dura esta etapa de vino y rosas, ya que negocia una financiación singular para Cataluña, que sus socios independentistas de ERC quieren convertir en un concierto económico. «La mejor forma de defender la Constitución es no apropiarse de ella», ha señalado. «La Constitución es fruto de un pacto, de un acuerdo entre distintos. Hacen mal aquéllos que se apropian de ella. No la entienden y no le hacen ningún favor, mucho menos ya cuando la usan como arma arrojadiza», ha rematado.
Illa acudirá además en los próximas días a la Conferencia de Presidentes en Cantabria.
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